El jueves, el “Finito” Gerhmann despidió al fútbol de salón y el viernes le dio la bienvenida al maxibásquet femenino. El Polideportivo posadeño es ahora sede del Primer Torneo Copa de Naciones Sudamericanas, organizado por la Federación Femenina de Maxibásquet Argentina y Fundación Vanguardia. Una cita con lo mejor del maxibásquet.
Hasta Posadas llegaron dos equipos de Chile, cuatro equipos argentinos y dos del club Benitomo, de Cochabamba, Bolivia. “Es la primera vez que Bolivia participa de un campeonato como éste y estamos muy satisfechas por lo logrado hasta el momento”, dijo a EL DEPORTIVO la capitana de Benitomo, Érica Rocha.
Las bolivianas jugarán en las dos categorías, la 40 y 50. Se ganaron el pasaje a Misiones para representar a Bolivia por haberse consagrado campeonas “de la gestión 2018”. Fue un viaje largo: de Cochabamba a Buenos Aires en avión. De Baires a Posadas, “en bus”. “Fueron como 13 horas de viaje”, dijo Érica.
Pero vale la pena el esfuerzo. “Estamos contentas de estar aquí. Es la primera vez que Bolivia participa de una sudamericano como éste. Más allá de la competencia ha sido un momento de compartir, conocer gente linda con un clima muy bonito. Es una experiencia maravillosa”, remarcó la capitana de Benitomo.
Posadas tiene un clima “muy parecido” al de Cochabamba, dijo la jugadora de maxibásquet. “Allí hace menos calor, no tiene mucha humedad, pero es parecido. Un clima muy agradable y no tiene mucha altura, incluso hay muchos deportistas de varias disciplinas que se van a preparar allí porque el clima es muy adecuado y la altura también es muy buena”, contó Érica sobre su ciudad, que se encuentra a 2.574 metros sobre el nivel del mar. Para tener una idea, Posadas se encuentra a 124. “Es la primera vez que estamos aquí en Posadas, una tierra maravillosa, muy tranquila. Estamos encantadas con la gente, muy hospitalaria, muy felices de estar aquí. Para ser la primera vez, excelente”.
Sobre el torneo, Érica lamentó que no pudieran estar todas sus compañeras, “por el tema económico que ahorita nos ha limitado” y porque “la mayoría de las jugadoras trabajan y no le pudieron dar permiso”. Debido a ésto, “estamos con la mitad de las representantes pero todo bien”.
Claro que todo bien. Tienen entre sus filas a Marlene Campos, Rosario Villarruel y Jaquelín Álvarez, tres exjugadoras del seleccionado femenino de básquet de Bolivia, que supieron llevar por el continente los colores de su bandera. En esos pilares se apoyan.
Érica está en Posadas acompañada de su hija más chica y su marido “que me apoya todo el tiempo”. Todas las mujeres del equipo son madres como ella. ¿Cómo hacer para balancear la maternidad con la pasión por el deporte? “Es un poco difícil, pero es un deporte que nos apasiona y le tenemos que sacar tiempo al tiempo. Pero la familia te apoya”. Desde Cochabamba estarán pendientes. Estas chicas tienen hinchada a la distancia.