
El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, subrayó que “la Argentina no resiste más ningún modelo de corrupción”, al tiempo que remarcó que no tiene “ninguna intención” de que los hechos de defraudación al Estado “que hayan ocurrido dejen de juzgarse”.
“La Argentina no resiste más ningún modelo de corrupción. Ni de un tipo que carga dólares en un bolso como fue el caso (de José) López ni de las cosas que se han hecho en este Gobierno privilegiando a los amigos y a los grandes negocios. Ninguna de las dos cosas resiste la Argentina”, sostuvo.
En una entrevista con Infobae, el postulante opositor insistió en que esa situación “no puede seguir ocurriendo además en un país donde hay gente con hambre”.
“No puede seguir ocurriendo. Es una carencia moral tan grande que tenemos como sociedad que no puede seguir ocurriendo”, añadió el exjefe de Gabinete.
Al ser consultado sobre qué sucedería con las causas judiciales en caso de que llegue al Gobierno, Alberto Fernández respondió: “No tengo ninguna intención de que los hechos de corrupción que hayan ocurrido dejen de juzgarse. Lo que pido es que se juzguen de acuerdo a la lógica de un Estado de derecho. Eso ha sido muy vulnerado respecto de algunas personas, empezando por Cristina (Kirchner)”.
“Por una cuestión política a Cristina se la involucró en hechos que tal vez ocurrieron pero que no la involucraban a ella. Y esto es lo que a mí más me preocupa. Es un tema mucho más denso, mucho más difícil de explicar porque ahí uno ya entra en ribetes jurídicos que por ahí la gente no entiende. Pero eso es lo único que pido. Pero tengan todos la tranquilidad que yo no estoy para encubrir un acto de corrupción”, destacó.
La corrupción cuesta dinero
Asimismo, advirtió que “la corrupción en el sector público alguien la paga, se paga en los impuestos. Y cuesta dinero”, al tiempo que indicó: “Garantizo que me voy a ocupar que en mi Gabinete haya sólo gente honesta. Y si hay un deshonesto, porque la verdad que uno tampoco puede garantizarse que tienen la misma lógica, lo único que les voy a pedir es que me ayuden a sacarlo y someterlo a la Justicia. Es lo único que le voy a pedir a la Argentina”.
“No puede seguir ocurriendo además en un país donde hay gente con hambre. No puede seguir ocurriendo. Es una carencia moral tan grande que tenemos como sociedad que no puede seguir ocurriendo”, agregó.
Al ser consultado sobre la corrupción en la gestión anterior, Fernández respondió: “De lo que pasó, que se ocupen los jueces de dilucidarlo. No es mi problema ése. Yo he sido muy cuestionador de cómo la Justicia actuó en este tiempo. Ya lo hablé muchas veces, he cuestionado mucho cómo la Justicia actuó en este tiempo”.
Cristina es una amiga
Por otra parte, el postulante afirmó que con su compañera de fórmula están “los dos juntos por convicción. Por convicción política y por convicción humana” y destacó “la fortaleza política de la unión”.
“No siento que Cristina y yo tengamos una visión distinta sobre el país que queremos. Yo sé que a muchos les preocupa la presencia de Cristina en la fórmula. Y que muchos están inquietos. Pero es una inquietud que pueden resolver los que están inquietos, porque yo no lo estoy”, destacó.
Y señaló: “Tengo una vicepresidenta que es una amiga. Es una amiga con quien además hemos tenido muchas diferencias, conocemos nuestros pareceres y nos respetamos, y apreciamos y queremos mucho. Tengo una ventaja superlativa sobre el resto de esos presidentes”.
Fernández también afirmó que, en caso de llegar a la Casa Rosada, se sumará a la “marea” feminista y destacó que, además de propiciar la creación del Ministerio de la Mujer, está pensando en que haya “varias mujeres en el Gabinete”.
Modelo de país
Sarlo también le preguntó al candidato presidencial cuál es el modelo de país que imagina, si finalmente accede a la Casa Rosada.
“Yo sé que suena utópico, pero quisiera tener la lógica de Finlandia y de Noruega. Los noruegos encontraron petróleo offshore y no lo sacaron, y el gas no lo sacaron hasta que no inventaron su propia tecnología. Y son hoy los terceros productores de gas del mundo. Y han hecho de ese gas offshore que explotan en el mar su mayor fuente de riqueza. Ahora, ¿esto va en desmedro de los que invierten en Argentina? No. Quiero plantearles a los argentinos la utopía de ser un país más justo, donde cada uno pague en función de su riqueza y, a su vez, de ser un país que empiece a promover la ciencia y la tecnología como mecanismo de desarrollo”.
Un país federal
“Muchas veces me preguntan qué aprendí yo como jefe de Gabinete, yo siempre digo: lo que aprendí es que la Argentina dice ser un país federal pero no lo es. La Argentina tiene su texto constitucional y un sinfín de leyes y normas que hablan del federalismo, pero el federalismo no funciona.
“No funciona porque la gran concentración del ingreso lo tiene, en términos impositivos, la Nación y la Nación después medio arbitrariamente si se quiere, o discrecionalmente si se prefiere, va distribuyendo entre provincias. Y muchas veces esa discrecionalidad hace que al amigo se le da y al enemigo no. Y así muchas veces se va construyendo un federalismo muy imperfecto.
“Para entender la imperfección del federalismo hay que ir al noreste y al noroeste argentino. Y ahí uno se da cuenta lo que pasa. Se da cuenta de este país arácnido que tiene en la Ciudad de Buenos Aires y en la pampa húmeda el cuerpo de la araña y un montón de patas que salen y terminan en lugares muy alejados de la Argentina…
“Por eso yo insisto en que lo primero que tenemos que hacer es volver a hacer federal a la Argentina. Hacer federal a la Argentina es darle más posibilidades a las provincias de decidir por sí mismas. Que es como debería ser un sistema federal, no depender tanto del Gobierno nacional.
“Las provincias se quedan sin oxígeno y vienen a pedir oxígeno al Ministerio del Interior en forma de aportes del Tesoro o en forma de un subsidio que el Estado discrecionalmente otorga o no para esa provincia con aportes del Tesoro básicamente. Si no entendemos esto vamos a seguir repitiendo la misma historia. La Argentina crece desigualmente hace décadas. Y eso es lo que más ha afectado a la lógica del arraigo. En el Norte un chico nace y piensa que su futuro está en una gran ciudad.
“Entonces sale de Formosa, de Jujuy, de Salta, y busca en Córdoba, en Rosario, en Buenos Aires, un destino que nunca encuentra. Porque acá, cuando llegan, terminan hacinados en la periferia de esas ciudades. Si la Argentina no le presta atención a esa realidad vamos a seguir repitiendo la historia”.