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Hace tres años y dos meses, unos menores que jugaban a la vera de un arroyo de El Soberbio se toparon con una valija en el agua. La curiosidad los llevó a revisarla y se encontraron con una imagen macabra. Contenía el cuerpo de quien después se supo era Angélica Suárez (20). Todas las sospechas apuntaron a su concubino, quien fue detenido a las pocas horas. Este miércoles se sentará en el banquillo del Tribunal Penal 1 de esta ciudad. De ser hallado culpable podría caberle una pena de prisión perpetua.
El caso fue elevado a juicio en octubre del año pasado. Juan Oscar Baungart (29) es el único acusado y llega imputado del delito de “homicidio calificado por el vínculo”, estipulado en el artículo 80 del Código Penal.
Está citada más de una decena de testigos y se estima que de no mediar contratiempos, el debate se extienda por el lapso de dos audiencias.
El caso
La primera noticia del hecho fue impactante por la forma en que hallaron el cuerpo de Angélica. Después de ser asesinada, su cuerpo fue metido en una valija y arrojado a un arroyo. Previamente, el 14 de junio, su concubino se había presentado en la Comisaría de la Mujer a denunciar que la joven se había ido de la casa, llevando en una valija sus pertenencias.
La pareja tenía un hijo de un año por aquel entonces y según se pudo reconstruir posteriormente, ella ya había denunciado a Baungart por violencia doméstica. La Justicia le concedió una orden de restricción de acercamiento contra él.
El joven no hizo caso a esa prohibición y por algún motivo logró volver a convivir con ella. Fue en ese contexto cuando habría ocurrido el fatal desenlace.
Luego que los niños que pescaban en el puente sobre el arroyo El Soberbio divisaran la valija, efectivos de la UR-VIII con ayuda de una canoa llegaron hasta el lugar donde estaba el cuerpo.
Fue un momento duro, dado que los padres de la joven se hicieron presentes. Si bien el cadáver estaba en estado de descomposición ayudaron a identificarla.
No presentaba signos de violencia por lo que la pericia forense fue clave para saber cómo la habían matado. Los detalles de la autopsia dieron cuenta que tenía un pañuelo dentro de la boca y que su muerte se había producido por asfixia mecánica. La habían estrangulado.
En aquel momento, junto a su concubino había sido detenido un hombre de 37 años que era conocido de la pareja, pero posteriormente quedó desvinculado del hecho.
La valija en un remís
En marzo de 2018 se realizó la reconstrucción del hecho y un testigo clave complicó al acusado.
Se trataba de un remisero quien ratificó que trasladó al joven de un supermercado hasta su casa y desde allí hicieron un viaje hacia la vera del arroyo.
Le dijo que llevaba herramientas, pero le llamó la atención que no hacía ruidos como si tuviera esos elementos adentro, pero sobre todo que estaba atada con alambres y era “muy pesada”.
En la reconstrucción se replicó lo que expresó el chofer en su primera declaración, que el sospechoso le había pedido que ponga el auto marcha atrás en el portón de la vivienda. En el final del viaje, sacó la valija del baúl y “se internó en un trillo”, dijo el testigo.
Todos los detalles del hecho comenzarán a ventilarse desde hoy, en busca de Justicia por el asesinato de Angélica Suárez.