Un par de semanas después de reclamar junto a otros siete ministros de Salud provinciales una política sanitaria federal y por la quita de fondos para sostener programas, sobre todo los que permitían a las personas de escasos recursos el acceso a medicamentos, el ministro de Salud Pública, Walter Villalba, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que la situación no mejoró.
“Hubo un par de reuniones con los equipos conductores de cada programa en particular, la idea es cumplir, pero la verdad es que la sensación es de retiro, de despedida, incluso el doctor Adolfo Rubinstein, secretario de Salud de la Nación, nos avisó que ya no tendremos reuniones del Consejo Federal de Salud (CFS) hasta después de las elecciones… supongo que después, ya con los resultados, tendremos una reunión más ya sea para una despedida o para ratificar la continuidad de este rumbo”, indicó.
“Nunca hubo provisión continua y normal”
Para Villalba, en estos casi cuatro años de gestión de Mauricio Macri “nunca tuvimos una provisión continua y normal de todas las vacunas del calendario nacional”.
“En 2016 tuvimos inconvenientes con la licitación de la provisión de vacunas antigripales, y ahí comenzaron los inconvenientes en la provisión y en la logística de la distribución nacional; después también hubo problemas con la antimeningocócica que fue la más discontinuada durante estos años; la doble acelular, también tuvimos inconvenientes con la vacuna contra el HPV y la Sabín pero después se fue normalizando”, afirmó.
Y luego comentó que “son cinco o seis las vacunas de las que tuvimos faltantes en varias oportunidades, no digo que no mandan dosis sino que envían menos de las que solicitamos y nos corresponde por cantidad de población a asistir. En este momento, tenemos menos vacunas de las antimeningocócicas de las necesarias para dar cobertura a toda la población objetivo, estas son vacunas que perdimos y ya no vamos a recuperar después de cuatro años de haber recibido menos de las dosis correspondientes. Un déficit en la cobertura es importante, el impacto puede ser enorme a mediano plazo”.
Según advirtió el Ministro de Salud, es imposible pedir a la población que salga a comprar vacunas que cuestan por encima de los 1.500 pesos, “y tampoco la Provincia puede salir a comprar vacunas que cotizan en dólares porque no tiene presupuesto para ello; además la compra de vacunas es responsabilidad por ley del Gobierno nacional. Sí se hizo cargo la Provincia de los insumos para inmunizaciones, jeringas y agujas, que la Nación dejó de enviar”.
Recorte en los medicamentos básicos
En tanto, según precisó Villalba, la Provincia también debió hacerse cargo de la provisión de los medicamentos de Atención Primaria de la Salud que la Nación dejó de mandar o lo hace en forma insuficiente.
“El promedio de faltantes de los medicamentos esenciales que llegan a los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y hospitales del Nivel Uno fue del 40% en los primeros años y este año venimos con un 60% de faltante tanto en cantidades de tratamiento como en especialidades medicinales que disminuyeron considerablemente”, indicó.
Confirmó que durante 2017 y 2018 también hubo faltante de algunos medicamentos para los pacientes con VIH y la Provincia salió a comprarlos para que los pacientes no discontinuaran sus tratamientos. “En la actualidad, la llegada de los medicamentos para VIH está normalizada”, precisó.
La Nación dejó de enviar -y en algunos casos lo hizo a cuentagotas- reactivos para diagnóstico de la enfermedad celíaca, dengue, entre otros que la Provincia debió empezar a comprar con su propio presupuesto.
“También dejaron de mandarnos subsidios que antes recibíamos para combatir las enfermedades vectoriales, no sé si pasó lo mismo con las otras provincias pero las que habitualmente tenemos enfermedades vectoriales como Jujuy, Salta, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones dejamos de recibir estos subsidios con la periodicidad de antes”, aseguró.