Con la idea de recuperar la selva, especialistas armaron un mapeo, el cual identifica las áreas más adecuadas para la restauración forestal de bosques nativos. El objetivo es mejorar la toma de decisión, aminorar la incertidumbre en el proceso de restauración forestal y permitir la reducción de sus costos.
El trabajo fue realizado por el profesor del Departamento de Geografía del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya y del Centro de Referencia en Tecnología de la Información con Software Libre (CERTIG + Sol) de la UNAM, Felipe Barros, junto a una red de investigadores internacionales.
Según se desliza en el documento “ya no basta sólo con conservar los bosques nativos, sino también reforestar áreas anteriormente deforestadas, preferentemente con especies nativas”. Se trata de nuevos retos que se deben asumir para generar el cambio en un futuro.
En el caso de Argentina, se firmó el compromiso de restaurar 1 millón de hectáreas hasta el 2020. La iniciativa, deriva del hecho de que la recuperación de bosques nativos tendrá efectos directos e indirectos en la economía en diversas escalas, como mejoría en la productividad agrícola, en la calidad del agua, entre otros.
De esta manera, se estima que para este primer objetivo, se podría generar 84 billones de dólares en dichos beneficios. Sin embargo, el tema central pasa a ser “cómo garantizar el éxito de la restauración forestal, cómo reducir sus costos y dónde realizarla”.
Al respecto, el geógrafo Felipe Barros, explicó que “este trabajo es un análisis global para entender cuáles son los factores y dónde están ubicadas las mejores áreas para que se desarrollen los proyectos de reparación forestal”.
A la vez, contó que “se propuso que se incluya a Misiones en el estudio”.
En lo que respecta a la tierra colorada, el profesor sostuvo que “se nota que tiene bastante selva nativa conservada, la incertidumbre es baja y ronda el 10%”.
Detalló que “se puede diferenciar dos tipos de reforestación. Por un lado, la activa es decir que hace falta una intervención directa del hombre en el proceso. Por otro lado, está la reforestación pasiva o de generación natural; en este caso no se necesitaría tanta intervención; ya que las condiciones ambientales son muy propicias a la reforestación”.
En este sentido, deslizó que “el proceso de restauración forestal lleva tiempo y muchas veces no resulta exitoso. La variación en la recuperación de biodiversidad en paisajes durante dicho proceso se presenta como obstáculo a la restauración en larga escala”.
En Misiones la incertidumbre no es grande, pero se debe tener en cuenta que se puede favorecer a los países vecinos porque la naturaleza no tiene fronteras”, manifestó el profesor. Dijo, además, que “Misiones tiene un rol estratégico”.
Por último, el especialista señaló que “la idea es generar valor”.