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Luego de que los vecinos del barrio Fátima de Puerto Rico se movilizaran la semana pasada para reclamar a las autoridades por la aparente contaminación del arroyo León, desde el Municipio local y el Ministerio de Ecología provincial se acercaron a tomar muestras del curso de agua para su posterior análisis.
Según contaron los vecinos a PRIMERA EDICIÓN, luego de que presentaran notas en la Comuna y en los medios de comunicación, las autoridades se acercaron al arroyo para tomar las mencionadas muestras.
Según afirman, el Ejecutivo municipal le pidió a la cooperativa de agua local que analice las pruebas, en tanto que Ecología trasladaría las muestras para que sean estudiadas en Buenos Aires.
Presentación en el Concejo
La agrupación política “El Joven Puede” también realizó una presentación en el Concejo Deliberante de Puerto Rico: “Solicitamos con urgencia que se tomen las medidas pertinentes y que se regulen los efluentes que afectan la biodiversidad de nuestros arroyos municipales, como también que se promueva una restauración hídrica forestal”, expuso su pedido.
Además, los jóvenes se hicieron presentes en el recinto y -según el dirigente Alex Schuster- “nos recibieron muy bien y nos informaron que el Municipio ya estaba tomando las muestras de agua y que se le había pedido a la cooperativa de agua que las analice en su laboratorio para que puedan diagnosticar, así que esperaremos los resultados de lo que se pueda analizar en esta instancia local, pero luego también esperaremos las respuestas de las autoridades provinciales”, adelantó.
Preocupación
Hace una semana, vecinos del barrio Fátima de esta localidad recurrieron a PRIMERA EDICIÓN para denunciar la misteriosa aparición de peces muertos en el arroyo León, que es uno de los más importantes e históricos de Puerto Rico y que atraviesa varios barrios hasta llegar al río Paraná.
La preocupación de los vecinos era que los peces hayan muerto por alguna contaminación y pidieron la intervención de las autoridades.
La inquietud surgió por el hallazgo de gran número de peces muertos en el arroyo que atraviesa el barrio Fátima, en el que suelen pescar, muchas familias lavan sus ropas y, a la vez, es la única alternativa que tienen los niños para refrescarse en el verano.
“Nosotros recorrimos caminando el arroyo y encontramos que para arriba está más limpio, pero no sabemos cuál puede ser la razón por la que los peces están muriendo y tenemos miedo de que esté contaminado con algo peligroso para la salud de los niños que se bañan en el arroyo”, había expresado una vecina del barrio.