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Durante todo octubre, el Mes Rosa se organizó como un llamado a la toma de conciencia sobre las herramientas vigentes para combatir el cáncer de mama. Autoexámenes mamarios y los controles médicos gratuitos en los hospitales se presentan como los principales métodos para detectar un caso oncológico a tiempo. A pesar de contar una alta incidencia y ser una de las principales causas de muerte en las mujeres -tanto en la Argentina como en el mundo- con un diagnóstico a tiempo el porcentaje de curación del cáncer de mama es casi total.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, en la Argentina el cáncer de mama es la primera causante de muerte por tumores en mujeres y en promedio se contabilizan unas 5.400 defunciones al año. Esta mortalidad femenina se da en un rango etario de entre los 50 y los 80 años o más. Un dato no menor es que el 75% de las personas diagnosticadas con cáncer de mama no tiene ningún antecedente familiar con la enfermedad. En materia de prevalencia, según datos de los principales centros médicos del país, anualmente se detectan alrededor de 18 mil nuevos casos.
Sin embargo, los profesionales médicos señalan que lo importante es concurrir periódicamente a chequearse ya que de detectarse a tiempo, 9 de cada 10 mujeres que padecen un cáncer de mama pueden curarse. En este sentido, con un diagnóstico temprano, los tumores menores de 1 centímetro tienen hasta un 90% de probabilidades de curación.
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En todo el mundo
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud alerta sobre el cáncer de mama como el tipo más mortífero entre las mujeres de 20 a 59 años. Según sus datos, las proyecciones estiman que el número de diagnósticos aumentará en toda América en un 46% en el año 2030. En este sentido, remarcan la importancia de estar informadas sobre la enfermedad, aprender a conocerse y que todas las mujeres estén atentas a las señales de alerta en el cuerpo.
Un mal silencioso
El cáncer surge cuando las células del cuerpo se alteran y se reproducen de forma anormal y sin control. En el caso del cáncer de mama, estas células se multiplican dentro de los senos y forman pequeñas protuberancias. Como otros tipos de tumores malignos, el cáncer de mama es una enfermedad que no puede ser adjudicada a una única causa en particular, sin embargo, se reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de padecerlo.
En riesgo
Dentro de los factores que aumentan la posibilidad de enfermar se encuentran: ser mujer; tener más de 50 años; tener antecedentes personales o familiares de cáncer de mama o de enfermedad benigna de mama; haber recibido o estar recibiendo tratamiento con hormonas combinadas como estrógeno y progesterona; registrarse la primera menstruación antes de los 12 años o la menopausia a edad tardía (después de los 55 años); no haber tenido hijos o haber tenido el primer parto después de los 30 años; padecer sobrepeso u obesidad; el sedentarismo; consumo excesivo de tabaco y alcohol.
Señales de alerta
A pesar de que cada organismo es distinto, existen pequeños cambios en el cuerpo que pueden detectarse como señales. Entre ellos, los profesionales médicos incluyen el dolor en la mama (fuera del período menstrual); los pezones pueden presentar la segregación de un líquido sanguinolento; puede darse un engrosamiento en la mama, cerca de ella o debajo del brazo; además de haber un cambio en el tamaño o la forma de la mama. Otros síntomas pueden ser: la piel escamada, roja o hinchada en la mama, el pezón o la aréola; pezón que se vuelve hacia adentro de la mama; la presencia de huecos en la mama parecidos a la piel de la naranja.
Un cambio de hábito
A pesar de que desde el punto de vista médico, el cáncer no tiene una forma directa de prevenirlo, existen factores que colaboran con tener un cuerpo sano.
Entre los puntos a tener en cuenta se encuentra el realizar actividad física de manera regular; realizar la lactancia materna; alimentarse en forma saludable, con una dieta rica en frutas y vegetales, pescado y aceite de oliva, entre otros.
Intervenciones quirúrgicas
Más allá de alentar los estudios mamográficos y que el riesgo de vida ha disminuido gracias a los avances médicos, existen casos donde una intervención quirúrgica para extraer una mama o ambas son inevitables.
Por otra parte, en algunas situaciones específicas se recurre a lo que se denomina como mastectomía preventiva o profiláctica. Este tipo de procedimientos se recomiendan en pacientes que tienen una alta carga hereditaria. A través de un estudio genético es posible detectar dos genes, el BRCA 1 y BRCA 2. Si estos dan positivos, significa que en el transcurso de la vida existe una alta probabilidad de contraer la enfermedad y se recomienda hacer una mastectomía preventiva. Otro tipo de casos se dan cuando la paciente tiene, por ejemplo, cáncer en una mama y en la otra, micro calcificaciones que, al extraerlos, con el tiempo, vuelven a aparecer. Esto la convierte en un caso de mama de alto riesgo, y es recomendable plantear la realización de dicho procedimiento.
Los avances médicos
A pesar de seguir presentes, desde 1970 hasta la actualidad, a partir de los avances en su tratamiento y de las políticas internacionales para su prevención, la tasa de mortalidad del cáncer de mama ha disminuido un 30%.
La mamografía
Se recomienda realizarse una mamografía en forma anual a partir de los 40 años, en el caso de mujeres que no registren síntomas y que no posean antecedentes de la enfermedad en la familia.