El doctor en Ciencias Económicas, Darío Díaz, realizó un análisis del panorama postelectoral durante una entrevista en la FM 89.3 Santa María de las Misiones y consideró que el “cepo” impuesto por el Banco Central, que establece un límite de US$200 por mes para las compras mediante cuenta bancaria, “es un parche”.
En este sentido, afirmó que en los próximos meses “se puede esperar más inflación y una expectativa devaluatoria aún mayor”.
Consultado sobre si esta media es necesaria para lograr una estabilidad hasta el recambio de autoridades el próximo 10 de diciembre, el economista asestó que se podría decir que sí, aunque “fue medio tardía y se dio particularmente por la sangría fuerte que hubo debido a la caída de las reservas”.
“Desde las PASO, las reservas cayeron en 22 mil millones de dólares y de esto, 12 mil millones de dólares fueron antes de los controles implementados el 1º de septiembre, cuando se estableció el tope de 10 mil dólares mensuales, en los últimos 15 días se aceleró la demanda de dólares y las reservas cayeron el 10 mil millones de dólares”, recordó.
Sostuvo que “los economistas no consideramos las reservas brutas porque estas tienen que responder a una serie de pasivos”. Por ende, explicó que “se tienen en cuenta las reservas de libre disponibilidad -que hacen frente al pago de deudas extranjeras y a las intervenciones en el mercado de divisas para satisfacer esta demanda de dólares- las que al día viernes habían caído a un valor de 6 mil millones de dólares”. Esto significa que “si no se establecía una maxidevaluación o un control muy estricto como el ‘súper cepo’, podríamos haber caído en default”, advirtió.
Y añadió que “lo que hace esto es poner un parche para eliminar este posible default antes de fin de año y tratar de llegar a diciembre”.
En este contexto, remarcó que “el nuevo problema que se va a presentar es el incremento entre la brecha del dólar libre y el dólar blue”. “Cuando uno establece un control cambiario, que además es fuerte, la demanda sigue estando y aunque no se canalice en el mercado oficial, sí lo hace en el mercado negro”, adujo.
En consecuencia, Díaz apuntó que “este incremento significativo en la brecha del dólar libre y el dólar líquido, genera un exceso de peso en el mercado lo que nosotros traducimos como una mayor inflación”.
Por todo esto, calificó esta medida como un “parche”. “Es como una herida que está sangrando y nosotros ponemos una venda, paramos la hemorragia pero el problema de salud sigue estando vigente. Se puede esperar más inflación en los próximos meses y una expectativa devaluatoria aún mayor”, aseveró.
Por su parte, el economista, investigador y jefe del IERAL, Jorge Vasconcelos, habló sobre el nuevo cepo cambiario y dijo que “como único instrumento de política económica a mediano y largo plazo es inefectivo” pero a corto plazo puede evitar la sangría de reservas del Central.
“El gobierno entrante necesita comenzar a explicar qué va a hacer como política económica. Esa obra respecto a una cantidad de ítems muy importantes sobre su relación con el Mercosur, Unión Europeo, la relación fiscal Nación-Provincia, refinanciamiento de deuda y cómo se estabiliza la economía es clave” advirtió.
En cuanto al cepo, Vasconcelos consideró que “era una medida necesaria que tiene el poder de frenar la sangría (de reservas)”, pero sostuvo que “los controles de cambio a mediano y largo plazo no funcionan”.
En ese marco, indicó que “se puede especular que después del cepo duro, las reservas pueden llegar a un nivel positivo que con confianza sirven y con desconfianza no”.
“Mientras no sepamos cómo se reestructura la deuda pública va a ser más difícil levantar los controles de cambio por eso va a haber algunos meses de convivencia con esto”, concluyó el economista.