El caso de Carlota Prediger, la mujer de 67 años y con síndrome de Down que el último domingo fue encontrada muerta con múltiples picaduras de abejas en el barrio Roulet, dejó en vilo a la población de Eldorado, teniendo en cuenta la cantidad de este tipo de insectos que proliferan en los últimos días en distintos puntos de la Capital del Trabajo.
Uno de los lugares en donde anidaron en un lugar de difícil acceso fue en el barrio Koch, más precisamente en un poste de tendido eléctrico ubicado sobre calle Misiones entre 2 de Abril y Entre Ríos.
Daniel, un vecino del lugar, comentó que tiene un hijo de tres años con alergia que ya sufrió una picadura de esas abejas que también atacaron a un par de perros.
“Estamos preocupados por eso porque están dentro de un poste de alta tensión, de cemento, a una altura considerable” y resulta para ellos prácticamente imposible retirar a las abejas de allí, expresó a la emisora local Eldorado Radio Show. Graficó que “ayer que hacía calor vi que estaba forrado de abejas la parte de arriba del poste, cada vez hay más y mucha gente pasa por allí”.
Nidos peligrosos
También en declaraciones a Radio Show, Carlos Munz, apicultor y docente de la Escuela Agrotécnica Eldorado y de la Facultad de Ciencias Forestales, atribuyó esta situación a las altas temperaturas registradas en las últimas semanas, ya que las abejas no suelen ser agresivas y generalmente solo reaccionan cuando se las molesta, pero “el calor las irrita y pueden atacar a las personas”, advirtió.
Explicó que muchas veces las abejas migran de un lugar a otro por diversos motivos y forman sus colmenas en viviendas o también en postes con huecos, ya que son “el lugar ideal para su alojamiento”, por lo que habría taponar esos agujeros para evitar que las mismas aniden en el lugar y se tornen un potencial riesgo para la salud de la gente.
Por ello, teniendo en cuenta el desarrollo de la actividad apícola, remarcó que “hay que tener muchos resguardos” y los apiarios deben estar lo más alejados posible de las zonas urbanas y a “unos 100 a 200 metros de las viviendas” para evitar inconvenientes con las personas y mascotas.
Cómo combatirlas
En caso de un ataque masivo, Munz aconsejó “envolverse en sábanas y resguardarse en un lugar cerrado donde no puedan ingresar las abejas”, además de soltar a las mascotas que pudieran estar atadas e indefensas y, ni bien se pueda, llamar a los Bomberos para que puedan resolver la situación.
“El humo puede tranquilizar a las abejas, y de hecho los apicultores lo usan como herramienta, pero si no se tiene el equipo completo de protección como lo tiene el apicultor, no es recomendable”, advirtió.
Por último, explicó que “una persona en condiciones normales de salud puede resistir de 50 a 100 picaduras, pero hay personas que son alérgicas en distintos grados” y son éstas las que corren riesgos reales de fallecer.
“En los casos más agudos, la persona alérgica con una, dos o tres picaduras puede ser suficiente para que se le cierre la garganta y deje de respirar”, graficó.