Mientras el presidente electo, Alberto Fernández, se aboca a definir su Gabinete, definir el temario que tratará el Congreso en sesiones extraordinarias y monitorea el devenir de la economía, el peronismo comienza a organizar la movilización que realizará a la Plaza de Mayo el 10 de diciembre, para celebrar su asunción al frente de la Casa Rosada.
Así como el saliente mandatario, Mauricio Macri, ya convocó a una suerte de “Plaza de la despedida” para el próximo sábado 7 de diciembre, las distintas vertientes del Frente de Todos ya se encuentran planificando lo que será la marcha para el martes siguiente, confirmaron a NA fuentes del espacio.
Ese día, cuando Fernández se ponga la banda presidencial y tome el bastón de mando, el PJ habrá de regresar a Balcarce 50 tras los 12 años de gestión de Néstor y Cristina Kirchner y los cuatro del líder del PRO: se espera que, tras convertirse formalmente en jefe de Estado, salga al balcón y pronuncie un discurso.
Uno de los principales sectores que se movilizará hacia la histórica Plaza de Mayo será el sindicalismo encolumnado detrás de la CGT y la CTA de los Argentinos.
La principal central obrera recibió hace algunas semanas en el edificio de Azopardo 802 al futuro jefe de Estado y ratificó su apoyo al Poder Ejecutivo entrante, así como Alberto Fernández destacó que el movimiento obrero “va a ser parte del Gobierno que viene”.
El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) Héctor Daer subrayó este lunes que movilizarse para respaldar el comienzo de la gestión del actual Presidente electo “es una tentación grandísima” para “los trabajadores, que padecieron tanto durante estos cuatro años”.
“Que hoy nos podamos movilizar para acompañar y estar y sentirnos parte de la vuelta del país a otro rumbo… no hay dudas de que así va a ser”, añadió el líder de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) en declaraciones a Futurock.
Los intendentes peronistas del Conurbano bonaerense, parte vital del histórico armado del PJ, también pondrán en las calles su aparato, según supo NA.
En esa Plaza de Mayo del 10 de diciembre, con una movilización que auguran “masiva”, Alberto Fernández ratificará uno de los conceptos que vertió durante la campaña electoral y en la transición: la necesidad de que no haya distinciones políticas a la hora de dialogar políticas públicas que tengan como objetivo impulsar a la Argentina.
Fuente: NA.