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Este domingo desde las 7 se llevará adelante una nueva edición del encuentro religioso y social en el paraje Playadito de Corrientes, en honor a Santa Catalina de Alejandría, cuya festividad tuvo lugar el 25 de noviembre pasado.
La cita, como desde hace 88 años, tendrá lugar en el kilómetro 776 de la ruta nacional 14, conocido como Paraje Santa Catalina o Paraje Playadito, dentro del municipio correntino de Colonia Liebig, en el límite con Misiones.
Una vez más, y como hace ya varias décadas, la intendenta de San Carlos, organizadora y ferviente devota Graciela Larraburu, junto a un destacado grupo de colaboradores, mantendrá viva la tradición que se iniciara allá por la década de 1930, de la mano de la familia Cámara en Santos Lugares (Corrientes).
Así, desde las 7, el predio donde se venera y honra a Santa Catalina comenzará a recibir a los peregrinos, músicos e invitados especiales.
A las 8.30 comenzarán los bautismos y a las 9.30 será el turno de la misa central. Luego vendrá la procesión y a las 11 arrancará la bailanta sobre el escenario mayor “Adelio Suárez” y el segundo escenario bautizado “Tino Verón”.
A las 12 se celebrará el tradicional almuerzo campestre a la canasta, que tendrá en el menú asado criollo y guisos varios, antes de seguir con el baile hasta el anochecer.
Desde la organización recordaron que los participantes deben llevar vasos, cubiertos, sillas y mesas. Además, se solicita que aporten algún juguete o alimento no perecedero, para ser repartidos en Navidad entre los niños de la zona rural adyacente al predio de la Santa.
Una historia llamativa
En 1931, la familia Cámara comenzó a honrar y venerar a Santa Catalina en Santos Lugares (Corrientes), luego dicho legado lo siguió su hijo Luis Cámara, ya en el paraje Playadito, hasta que se enfermó y murió.
Allí, la posta la tomó hace más de 30 años la misionera Graciela Larraburu, y lo hizo en el actual emplazamiento donde hoy se venera a la Santa, lugar que fuera propiedad de Luis Cámara, luego vendido a terceros y recuperado por la propia Larraburu, tras un pedido especial a Santa Catalina y en honor al querido Luis.