El 3 de diciembre de 1629, la Compañía de Jesús fundaba la reducción jesuítica de San Javier, de la mano del sacerdote José Ordóñez. Por ello, “La Dulce” celebrará hoy 390 años de su fundación, en consonancia con sus fiestas patronales en honor a San Francisco Javier.
Los actos comenzará a las 6 con salvas de bombas, luego las autoridades se reunirán frente a la primera Escuela de Frontera de Misiones, la “Onésimo Leguizamón”, y allí se izarán las banderas de Argentina y Misiones, para luego dar paso al Himno Nacional, “Misionerita” y la canción oficial de San Javier. Acto seguido se procederá a desplegar distintos números alegóricos y el posterior desfile cívico-militar.
Vale recordar que tras la fundación de San Javier en 1629 su desarrollo fue notable, pero la orden del rey Carlos III de expulsar a los jesuitas, en el año 1767, produjo la dispersión de los aborígenes, que no toleraron la administración de encomenderos ávidos de riquezas. Con el saqueo de la reducción, se liquidaron todos los sueños de progreso.
Sin embargo, el 2 de octubre de 1877, cien años después de la expulsión de los jesuitas, se vuelve a refundar San Javier. Así, poco a poco llegaron paisanos e inmigrantes en busca de un nuevo lugar donde vivir.
San Javier, bordeada por el río Uruguay, es conocida por la producción de caña de azúcar, de allí su sobrenombre de “La Dulce”.
Ubicada a 130 kilómetros de Posadas, es uno de los pasos fronterizos que comunica a Misiones con Brasil, a través de Porto Xavier.
El Cerro Monje es su principal punto turístico e histórico, al igual que los vestigios de la antigua reducción jesuítica; mientras que el ingenio azucarero es uno de los motores de la economía local y base de la Fiesta Provincial de la Caña de Azúcar.