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Primero hay que saber sufrir. El viejo y aún vigente tango demostró, una vez más, toda su sabiduría. Porque tuvieron que sufrir los Garzón Maceda para que la celebración sea completa. Tras un fin de semana atípico y propio de una película de suspenso, la Confederación Deportiva Automovilística Sudamericana (Codasur) oficializó este lunes a los nuevos campeones del Rally Sudamericano. Y pese a la exclusión de último momento en Uruguay, Agustín Garzón Maceda se consagró campeón entre los pilotos de la categoría RC5 y redondeó así la alegría junto a Alejandro, su padre, que ya había sido campeón como navegante tras la fecha anterior, en Bolivia.
Un punto, sólo eso, fue la diferencia con la que Agustín finalmente pudo festejar. Apenas un poroto para que Misiones vuelva a tener un campeón sudamericano, tras 17 años. Por eso es que la fiesta superó al propio círculo de los Garzón Maceda. Anoche, en el regreso triunfal desde Uruguay, donde se corrió el finde el Rally del Atlántico, estuvieron casi todos.
“Quise estar acá para acompañarlos. Realmente es muy bueno lo que hicieron en el Sudamericano. Por eso creo que estas cosas hay que agradecer estando acá, acompañando y festejando con ellos. Hoy celebra la familia del automovilismo provincial”, le dijo a EL DEPOR un referente del volante misionero, Hugo Stanganelli, quien no se quiso perder la llegada de los campeones.
La convocatoria trascendió rápidamente a través de las redes sociales. El punto de encuentro fue el Acceso Sur de la capital provincial, cerca de la exGarita, a la espera de que llegara el VW Gol rojo -como la tierra que lo vio nacer- con la corona sobre el techo. No podía faltar el “Mono” Stanganelli. Tampoco Ignacio “Nacho” Allende, presidente de la Asociación Misionera de Pilotos y Navegantes de Rally (AMPyNaR), pero sobre todas las cosas, apasionado del deporte motor.
“La verdad es que todos estamos muy contentos. Esto le hace muy bien a nuestro rally. Tuvieron que pasar muchísimos años para que volvamos a festejar a este nivel. Y esto tiene un valor agregado porque, como ellos mismos lo dicen, son gente que salió de nuestro rally. Es algo muy lindo y todos tenemos que disfrutarlo. Estuvieron en las cinco fechas del Sudamericano y siempre fueron protagonistas”, sintetizó emocionado Allende, quien confió que “fue un año difícil para todos, pero la temporada aquí se completó y encima este título… Es la frutilla del postre para terminar el año de la mejor manera”.
Para Allende, el campeonato obtenido por Agustín entre los pilotos y Alejandro entre los navegantes es el fruto del trabajo del equipo y, también, de la experiencia que obtuvieron en el rally misionero. “Nuestro suelo, la tierra colorada, enseña los extremos de los que está hecho este deporte. Nuestro nivel es bueno y esto demuestra que cualquiera de nuestros pilotos puede salir a competir afuera y pelear la punta de cualquier carrera”, dijo “Nacho”.
Unos minutos antes de las 19.30, sobre la cima de la colina que da inicio a la bajada principal del Acceso Sur, el VW Gol rojo finalmente apareció.
“¡Dale campeón! ¡Dale campeón!” o “¡El que no salta es brasilero” -en relación a André Allegretti, el brasilero que terminó subcampeón, detrás de Agustín, a un punto- fueron los versos con los que el grupo recibió a los campeones.
“La verdad es que no tengo palabras para describir todo esto. Estamos muy contentos, muy emocionados. Agradecemos a todos los que están hoy acá. No fue una carrera fácil, mucho menos después de lo que pasó con la técnica”, dijo Agustín Garzón Maceda, tras pisar Misiones de vuelta.
Como informó EL DEPOR, los misioneros ganaron la primera etapa de la última fecha en Uruguay, el sábado. Con esos puntos les alcanzaba para festejar, pero el domingo por la noche fueron excluidos en la revisión técnica. Y se inició una de suspenso -o de terror, quizás- que concluyó ayer, en plena vuelta a casa, con la oficialización de los resultados.
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“Lo de la revisión técnica era algo que podía pasar. Estaba mal una medida y no hubo vuelta que darle. Hoy (por ayer) se oficializó el resultado desde la CODASUR y ganamos por un punto de ventaja. Todo eso le dio un sabor especial. Es el mérito de haber llegado en todas las carreras, de no haber abandonado nunca”, especificó Agustín, quien no dejó de agredecer a sus mecánicos. A su lado, Fabio Sheske, uno de ellos, no dejaba de abrazarse con sus familiares a pura lágrima.
Agustín y Alejandro marcaron así un hecho inédito: por primera vez en el Rally Sudamericano, salieron campeones un padre y un hijo. “Eso también es especial y nos pone contentos”, cerró Agustín. Desde la experiencia, Alejandro agregó que “ojalá esto sea la apertura del camino para que el rally misionero participe otra vez en el Sudamericano. Hay que volver a competir, después llegan los resultados”, sintetizó, con un pie en la caravana, que se perdió a puro festejo en la noche posadeña.