La jornada inició con complicaciones para los miles de usuarios que utilizan el servicio de transporte en Posadas ante una evidente reducción de las frecuencias que generó diversas complicaciones.
Así, las personas que salieron temprano por la madrugada para dirigirse hacia sus trabajos u otras obligaciones debieron esperar más tiempo de lo acostumbrado para poder subirse a un colectivo. Por ello, en los horarios pico pudo observarse muchas paradas cargadas de pasajeros en los barrios más habitados y en las principales avenidas de la ciudad. Las terminales de transferencia (Quaranta y Miguel Lanús) fueron foco de la irritación de la gente que agrupada en un mismo lugar intercambiaban comentarios sobre el tiempo que les demandó poder viajar.
Trascendió que los problemas tuvieron relación con una presión que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ejerció para conseguir mejoras laborales. Con el correr de las horas la discusión habría llegado a un arreglo. De igual manera, se mantiene la preocupación porque los reclamos salariales de los trabajadores generalmente derivan en rápidos aumentos del boleto, complicando una vez más al bolsillo de los usuarios.
Por otro lado, cabe recordar que la reducción de frecuencias es una maniobra acostumbrada por el Grupo Z cuando llega la época del receso, tanto en verano como en primavera, intentando justificarse en la ausencia de estudiantes que precisan del servicio. Sin embargo, son los trabajadores y estudiantes que aún concurren a recuperatorios o mesas de exámenes los que deben lidiar diariamente con la disminución de la cantidad de colectivos para movilizarse.
Esto se suma a los diversos reclamos que la empresa recibe durante todo el año por la mala calidad del servicio, unidades en mal estado, escasez de coberturas en diversos barrios, y el elevado precio del boleto, entre otros puntos.
Consultados por PRIMERA EDICIÓN, los usuarios hicieron escuchar sus reclamos. “Recién salgo de la clínica y llevo más de 40 minutos esperando el colectivo para volver a mi casa, nunca tuve que esperar tanto. Estoy perdiendo tiempo de trabajo”, indicó una empleada doméstica.
“Llegué bastante tarde a mi trabajo porque tengo calculado los horarios de los colectivos al salir de mi casa. Pero hoy tuve que esperar mucho y el colectivo no aparecía, éramos varios en la parada con el mismo problema. Pasó mucho tiempo y tuvimos que juntarnos un par para venir al centro en taxi”, contó Julián, un empleado de comercio.
Por su parte, J. Benítez criticó: “Siempre hacen lo mismo cuando llegan las vacaciones escolares. Nos dejan a los trabajadores casi sin colectivos. Son unos sinvergüenzas porque con la plata que levantan por el precio del boleto deberían mantener la calidad del servicio todo el año. Llegan las vacaciones y se guardan los colectivos pero el precio que pagamos sigue siendo el mismo. Incluso siempre aumentan un poco más en enero”.