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Antes de ser demorado, los uniformados lo persiguieron tras notar que conducía un Chevrolet Astra a gran velocidad por avenida Ituzaingó de Posadas sin frenar en los cruces de calles y sin respetar los semáforos.
Fuentes consultadas indicaron a PRIMERA EDICIÓN que todo transcurrió el domingo cerca de las 20 y que en la estación de servicio ubicada de Ituzaingó y Santa Catalina fue detenido cuando se disponía a cargar nafta.
Al pedirle que descendiera del automóvil notaron movimientos y respuestas propias de un alcoholizado, por lo que le requirieron los documentos.
En ese momento detectaron algunas irregularidades en los papeles del rodado, una de ellas era que no poseía la verificación técnica vehicular (VTV).
Al manifestarle esta cuestión, el sospechoso habría intentado sobornar a los efectivos: “Bueno, digan cuánto quieren, vamos a arreglar”.
Como la respuesta fue negativa y que no se trataba de una cuestión de dinero sino que había puesto en riesgo su integridad física y la de terceros cruzando semáforos en rojo, el hombre cambió de postura y comenzó a pronunciar amenazas como “yo le voy a llamar al juez federal y mañana voy a ir a hablar con el jefe de policía y van a ver que los voy a mandar a trabajar a El Soberbio si es que no les doy de baja”.
También escupió a uno de los policías e intentó golpearlo.
Una vez reducido, también aseguró que tenía una hija en la fuerza de seguridad provincial y que iba a hacer que ella “les arruine la carrera”.
Ya en la comisaría, fue sometido al test de alcoholemia y el resultado fue positivo con 1,19 gramos de alcohol por litro de sangre. Quedó alojado en la comisaría jurisdiccional bajo la causa de infracción al Código de Faltas.