El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció este miércoles el gabinete que lo acompañará en su gestión y designó a los secretarios de Hacienda, Raúl Rigo; de Finanzas, Diego Bastourre; de Política Económica, Haroldo Montagu y de Política Tributaria, Roberto Arias.
También integrará el gabinete de Economía la directora de la Unidad de Relaciones Internacionales, Maia Colodenco. En tanto, Gregorio Chodos será será propuesto por la Argentina como director del Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional.
“Es un equipo de profesionales con grandes capacidades técnicas, y todos comparten el objetivo de proteger lo nuestro, proteger a la Argentina. Voy a trabajar con gente que quiere cuidar a la Argentina”, definió Guzmán en su primera rueda de prensa, mientras se enviaba “por escrito” a los medios la nómina de funcionarios del área.
Al presentarlos principales lineamientos de la política económica que impulsará el nuevo gobierno, Guzmán dijo que en “2020 no se puede hacer un ajuste fiscal”, pese a lo cual, antes, admitió que, en ese terreno, “tenemos un problema”, por lo que “Argentina tiene que converger a una situación de equilibrio en la cual se alcancen superávits primarios. Es necesario para el buen funcionamiento del sistema monetario y el pago de la deuda. Pero no se puede hacer de golpe”, ya que “agravaría la caída”.
“Hoy no se cuenta con ningún recurso extraordinario que nos permita un impulso fiscal. La deuda es insostenible y querer financiar una expansión fuerte con emisión monetaria desestabilizaría la macroeconomía. Hay que detener la contracción y entender que no tenemos los recursos para hacer una expansión fiscal fuerte”, explicó.
En cuanto a la candente cuestión de la deuda, el actual titular del Palacio de Hacienda, dijo que “no vemos la negociación como una disputa. Queremos una buena relación con los acreedores privados para que puedan cobrar”.
“Tenemos que tranquilizar a la economía argentina. Esto implica que tenemos que definir un sendero de superávits fiscales primarios y balanzas comerciales consistentes. Sobre este espíritu constructivo mantendremos conversaciones con los acreedores para definir la nueva estructura de deuda. El FMI va a ser parte de eso, porque el problema es macroeconómico”, advirtió.
Guzmán reconoció que “ya hemos tenido conversaciones con el FMI y reconocen el fracaso de la administración anterior. También reconocen la grave situación de la economía argentina. El programa es nuestro, no es un programa diseñado por el FMI, de modo que vamos a buscar adecuar el acuerdo a los objetivos de sostenibilidad macroeconómica que establecemos en el programa”.
También hubo una referencia al tema de la inflación: “En 2020 esperamos iniciar un proceso paulatino de baja de la inflación, que acompañará el ordenamiento de los otros desequilibrios. Esto no funciona si se ataca solamente con política monetaria, sino con un plan integral”.
Dijo, además, que “en las próximas sesiones extraordinarias del Congreso estaremos presentando un proyecto de Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva que contiene medidas orientadas a lidiar con esta profunda crisis económica y social, entendiendo las restricciones presupuestarias”.
En relación a la deuda con los privados, dijo que no quieren “una posición de confrontación, queremos resolver la situación de virtual default ,reconocido por el gobierno anterior y por los mercados. Estamos en instancias de comienzo de diálogo y consultas con los bonistas privados”.
“No vamos a ir a una dinámica desestabilizante de más ajuste, más recesión y más carga de deuda. El programa de metas fiscales que se acordó con el FMI fracasó, no hay forma de que la Argentina llegue a 2020 con el ajuste que contemplaba el programa”, explicó.
Finalmente y en cuanto al cepo, Guzmán sostuvo que “la política monetaria está coordinada con el resto de la política macroeconómica. En una situación de extrema ansiedad, Macri instauró un cepo. Para sacarlo, la economía argentina debería tranquilizarse”.
Fuente: Agencia de Noticias NA y Medios Digitales