
La investigación del ataque y muerte del peluquero Román Antonio Berndt, en su domicilio del barrio San Miguel de Puerto Rico, dio pasos firmes durante las últimas horas que apuntan a que la presunción de sospecha aumente sobre el único detenido, un joven de 27 años.
Una camiseta del club de fútbol alemán Borussia Dortmund se convirtió en la punta de ovillo determinante. Se trata de una de las prendas que le fueron secuestradas al sospechoso en la obra en construcción en la que fue aprehendido, tras la muerte del estilista.
Con la remera de entrenamiento azul (color alternativo al amarillo del animador de la Bundesliga) fue registrado el presunto autor del homicidio por cámaras de seguridad de la zona minutos antes que atacaran a puñaladas a Berndt.
Las grabaciones lo ubican sobre la avenida 9 de Julio, pero también estas imágenes fueron cotejadas con la denuncia de una vecina de Berndt a quien pocos días antes le habían robado varios elementos del patio de su casa, entre ellos, toda la ropa colgada en el tendedero, donde se secaba una camiseta similar, pero también un short blanco deportivo y un par de zapatillas.
La mismas prendas que el sospechoso tenía puestas en el video y las mismas que fueron halladas con manchas de sangre humana en el edificio en construcción, donde se halló el celular de la víctima y un cuchillo con los rastros escarlata, también de sangre.
En cuanto al celular de la víctima, la empresa del servicio contratado por Berndt informó que desde esa línea se realizaron llamadas y enviaron mensajes después de ser apuñalado.
Sólo sobre este punto, el imputado provisoriamente por “homicidio calificado por ensañamiento” decidió declarar ante el juez de Instrucción 1 de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez. Su indagatoria sólo se basó sobre este elemento por recomendación de la defensora oficial y manifestó que el smartphone llegó a sus manos por medio de otra persona y que no tenía conocimiento de que fuera de la víctima fatal.
Este celular fue entregado a los peritos de la Dirección Cibercrimen de la Policía provincial para que se establezcan si guardan mensajes o registros de Berndt con el sospechoso.
De todas maneras, la prueba que desplazaría a las demás en cuanto a relevancia será la obtención de un patrón genético a las muestras tomadas de las manchas en zapatillas, short, camiseta azul y cuchillo. Si el ADN obtenido coincide con el del detenido, hablar de “caso resuelto” no sería descabellado.

Sin robo
Según lo detallado por PRIMERA EDICIÓN, la agresión que derivó en la muerte de Román Berndt (46) ocurrió el pasado jueves 5 de diciembre a las 18.30 en el barrio San Miguel.
Tras conocerse el ataque, fueron fundamentales los dichos de la víctima antes de fallecer (por “shock hipovolicardio” por las once lesiones con arma blanca en tórax y abdomen), dando cuenta de que fue atacado por un solo individuo de tez morena, delgado, de entre 1,70 y 1,75 metro de estatura y cabellos cortos, quien le robó el teléfono celular.
Para poder ingresar al domicilio, el intruso y asesino “le pidió para ir al baño”. De buena fe, el estilista lo hizo pasar y fue allí que se produjo el ataque mortal.
Sin embargo, resultó llamativo que el agresor no se llevara la billetera o ningún otro elemento de valor que había en el lugar, como ser costosos equipos de fotografía, de informática y de peluquería.
Por los detalles recabados de la impronta en la escena, se supo que el victimario le asestó cuchilladas en el pecho al estilista pero también en el antebrazo y un golpe en la cabeza.
Todo esto sucedió en la cocina, no descartándose que tras ingresar supuestamente al baño, el asesino se dirigió a ese sitio con intenciones de robar y fue en esas circunstancias que fue sorprendido por el propietario del lugar, produciéndose un forcejeo que terminó de la peor forma.