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Referentes del foro se seguridad local, comerciantes y vecinos autoconvocados volvieron a manifestarse en las calles céntricas de Apóstoles con la misma premisa que emprendieron el lunes, lograr de manera pacífica que los cuatro policías aprehendidos por la muerte de Luciano Villalba (18) sean excarcelados y continúen supeditados a la instrucción del expediente que encabeza el juez Miguel Ángel Faría.
Precisamente, la marcha de dos centenares de personas finalizó a las 11.50 frente al Juzgado de Instrucción 4, donde los representantes de la protesta fueron recibidos, una vez más, por el magistrado.
De acuerdo a lo expresado por quienes participaron en la reunión, los cuatro uniformados detenidos desde el jueves 5 de diciembre podrían ser excarcelados hoy, conforme a una modificación de las imputaciones y el cumplimiento de los requisitos determinantes: el arraigo y el no entorpecimiento del curso investigativo.
La situación de sospecha sobre los cuatro efectivos de la Unidad Regional VII quedó enmarcada hace siete días por la ratificación de testigos de lo sucedido en el barrio La Cantera, cada uno en su turno de la ronda de testimoniales ante el juez instructor.
Todos habrían sido coincidentes en señalar a un oficial subayudante como el que apuntó en la misma dirección donde se encontraba Luciano Villalba defendiendo a su hermano, conocido como “Chueco”, de las maniobras para detenerlo por la denuncia de que había robado una motocicleta.
Según los primeros datos trascendidos, no fueron disparos “al aire” o hacia arriba con intención intimidatoria sino, balazos al cuerpo, uno de ellos le atravesó los pulmones y el corazón al joven mencionado de 18 años.
La situación de sospecha sobre los cuatro efectivos de la Unidad Regional VII quedó enmarcada hace siete días por la ratificación de testigos de lo sucedido en el barrio La Cantera, cada uno en su turno de la ronda de testimoniales ante el juez instructor.
Todos habrían sido coincidentes en señalar a un oficial subayudante como el que apuntó en la misma dirección donde se encontraba Luciano Villalba defendiendo a su hermano, conocido como “Chueco”, de las maniobras para detenerlo por la denuncia de que había robado una motocicleta.
Según los primeros datos trascendidos, no fueron disparos “al aire” o hacia arriba con intención intimidatoria sino, balazos al cuerpo, uno de ellos le atravesó los pulmones y el corazón al joven mencionado de 18 años.
Curiosa detención
Ayer cuando la manifestación transcurría sin provocarse quejas en los demás vecinos, una patrulla del Comando Radioeléctrico de Apóstoles persiguió e interceptó a una pareja de jóvenes motociclistas que huyeron de un control por calle Rivadavia.
En el cruce de la ruta provincial 1 y la calle Moreno se detuvo la motocicleta y fueron identificados sus ocupantes como hermanos de 21 y 17 años de Luciano Villalba.
Ninguno de ellos pudo acreditar la propiedad del vehículo por lo que fueron demorados y puestos a disposición de la Justicia. Se confirmó luego que el motor pertenecía a otra moto robada, hace cinco años.