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Elías Adrián Rech (16) murió durante la noche del último miércoles tras recibir una certera puñalada en el pecho con un cuchillo, supuestamente en manos de su vecino, un hombre de 33 años quien ya está detenido en una dependencia policial de la Unidad Regional X de esta ciudad capital.
Fuentes de la investigación relataron a PRIMERA EDICIÓN que la muerte del menor sucedió en el marco de una insólita discusión. La víctima se habría cruzado con el supuesto autor de la estocada letal momentos antes del crimen y al parecer no fue muy amable en saludarlo o lo “saludó mal”.
Eso derivó en el enojo del otro protagonista quien le propinó algún insulto y se marchó a su casa, distante a unos 200 metros. Cuando el joven fue a recriminarle esa actitud varias horas después, se desató una pelea que acabó con Elías Rech tirado en uno de los pasillos del asentamiento con una contundente herida de arma blanca en un costado del pecho casi a la altura del corazón.
La policía tomó intervención ese mismo miércoles tras un llamado al 911 pero cuando los efectivos de la comisaría Decimocuarta y del Comando UR-X llegaron a la escena del crimen para trasladar a la víctima a un centro asistencial, ya estaba muerto. Falleció en principio por un shock hipovolémico aunque se determinará con exactitud cuando estén los resultados de la autopsia ordenada por el magistrado interviniente, Marcelo Cardozo, quien mañana tomaría declaración al único detenido que tiene el caso.
Otra versión distinta del hecho, que es investigada por la policía es que aparentemente el menor estaba apuntado por su supuesto victimario como el que “entró a robar” días atrás en su casa y eso hizo que la relación estuviera tensa últimamente. Justamente esa excusa esgrimió el sospechoso del crimen al momento de ser aprehendido y fue ratificada por algunos personajes del barrio quienes reconocieron a la víctima como “toquetón” de cosas ajenas.
El menor residía en una vivienda de madera junto a su padre y al momento del hecho estaba solo. Durante la madrugada del jueves el progenitor regresó al barrio y le dieron la triste noticia.
Por orden del magistrado que interviene en la causa, los investigadores secuestraron en la vivienda del sospechoso un cuchillo de fabricación casera con mango de goma de bicicleta tipo de cocina, el cual podría ser el arma utilizada para la comisión del hecho.
Personas que viven en el barrio también remarcaron que es una zona con poca iluminación e insegura. “El móvil policial siempre anda por acá porque algo pasa casi todos los días. Pero muchas veces a la villa no entran”, dijo una vecina.
Es el segundo homicidio que ocurre en el barrio durante este año ya que el pasado 13 de julio, Diego Figueredo (35) fue atacado a golpes y puñaladas y murió. Por ese hecho fueron detenidos tres hermanos sindicados como autores del crimen.