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La fiebre amarilla sigue avanzando en Brasil tanto en humanos como en la zona selvática, diezmando la población de primates a un ritmo alarmante.
Los casos humanos registrados en el período estacional 2018-2019 en los cuatro municipios de São Paulo en Brasil, la confirmación de circulación viral en el estado de Paraná y el caso registrado en Santa Catarina, así como varias sospechas de epizootias de primates no humano cercanas a la frontera con Argentina (no confirmadas), marcan el inicio de lo que podría ser una tercera ola y la progresión del brote hacia el sudeste y sur del país.
Por ello, el Ministerio de Salud de la Nación alertó sobre la necesidad de intensificar las acciones de vigilancia y preparación en Argentina, “particularmente en las áreas limítrofes de la región noroeste de Argentina, fundamentalmente las provincias de Misiones y Corrientes, las que comparten similares condiciones eco-epidemiológicas, y ante la presentación de síntomas de la enfermedad en viajeros que hayan visitado Brasil y no estén vacunados”.
Según reporta el último Boletín Integrado de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación, en Brasil se registraron casos humanos confirmados de fiebre amarilla en los estados de São Paulo (68), Paraná (13) y Santa Catarina (1).
La mayoría de los casos eran trabajadores rurales y/o con exposición en área silvestre, siendo 73 (89%) del sexo masculino, con edades entre 8 y 87 años. En marzo de 2019, se confirmó el primer caso de fiebre amarilla en el estado de Santa Catarina.
Entre los casos confirmados, 14 evolucionaron a la muerte (17,1%). Según la misma fuente, el número total de casos humanos registrados en el mismo período de 2018 fue de 1.309.
Una llegada inevitable
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el director de Epidemiología de la provincia, Jorge Abel Gutiérrez, “la fiebre amarilla va a llegar a la provincia, es sólo cuestión de tiempo, lo mismo sucede con el sarampión y ambas enfermedades pueden tener manifestaciones graves entre quienes no están vacunados”, confirmó.
Según recordó el funcionario provincial, Misiones nunca bajó la alerta por fiebre amarilla desde el año pasado.
“En la Triple Frontera se hizo un operativo de vacunación contra la fiebre amarilla y la triple viral (contra el sarampión), al culminar ese operativo que estaba previsto con una duración de quince días, Misiones decidió continuar la campaña de vacunación y agregó todas las localidades de frontera. Incluso en la actualidad, ofrecemos a todos aquellos que quieran vacunarse -incluida la población de adultos- a que se coloquen la antiamarílica y la triple viral para poder hacer un escudo porque Misiones es uno de los lugares por donde puede llegar a entrar, tanto la fiebre amarilla como el sarampión”, destacó.
Vacunas para chicos y adultos
Por vivir en una zona de alto riesgo, los misioneros no solo pueden acceder a la vacuna contra la fiebre amarilla según lo previsto en el calendario de vacunación nacional (una dosis a los 18 meses de vida y un refuerzo a los 11 años para ese mismo grupo), “en Misiones estamos fuera de este esquema, básicamente, la indicación aquí es que se vacune a todos los que quieran vacunarse que aún no lo hayan hecho y tengan menos de 65 años. Aquellos que se vacunaron después de los 5 años no necesitan volver a vacunarse porque esa inmunización les sirve de por vida”, recordó el médico.
Según detalló el director de Epidemiología, Jorge Gutiérrez, tanto en vacuna triple viral como antiamarílica, Misiones supera la cobertura del 95% de su población ya inmunizada.