En septiembre pasado, el suicidio de una joven en una estación de servicio había conmovido a esta localidad. Días después, la detención de su padre, sospechado de haber abusado de ella generó consternación.
El resultado de las pericias ordenadas al cuerpo de la adolescente motivaron que sea privado de su libertad. A casi tres meses y medio del hecho, en base al resultado de las pericias, la jueza de Instrucción 5 de Alem, Selva Raquel Zuetta, ordenó que fuera excarcelado, pero que continúe supeditado a la causa.
Esta medida fue tomada por la magistrada el jueves último y benefició al exprefecturiano de 59 años domiciliado en San Javier. Por el momento, la jueza entendió que había una falta de mérito, por lo cual el sospechoso debía recuperar la libertad.
Sin embargo continúa sujeto a proceso, dado que la investigación aún no ha logrado comprobar de forma fehaciente que no haya cometido abuso contra quien fue su hija.
Le ordenó que fijara residencia y le dictó la prohibición de acercarse a su expareja y madre de la víctima, como así también a los hermanos de la menor fallecida.
El hecho que motivó la causa judicial había ocurrido el miércoles 11 de septiembre minutos después de las 19, en una estación de servicio ubicada sobre la ruta 14.
Allí habían llegado el hombre y su hija a bordo de una camioneta 4×4. En momentos en el que el padre puso la atención en la carga de combustible, la menor tomó una pistola 9 mm que estaba en la guantera y ocultándola entre sus ropas, se dirigió al baño y se disparó en la sien.
En principio la investigación apuntó a un suicidio, pero la denuncia de la madre de la adolescente despertaron las sospechas de la Justicia acerca de un trasfondo aún más grave.
Esto comenzaría a sospecharse luego que la magistrada recibiera el informe de la autopsia, en el cual se especificaba que el cuerpo de la víctima tenía rastros de semen en sus partes íntimas. Luego que el denunciado fuera detenido, le fue extraída una muestra de ADN para que sea cotejada con los rastros seminales que tenía la menor.
Cuando esta pericia estuvo lista, el resultado exhibió que las muestras de hisopado que le tomaron a la menor estaban degradadas y por ese motivo no pudo hacerse la comparación de ADN.
Ante esta situación, la magistrada hizo lugar al pedido de la defensa y le otorgó la libertad. Aún restan saber el resultado de otras pericias sobre equipos informáticos y celulares de los involucrados, para afirmar o descartar las sospechas del caso. Por lo pronto el exprefecturiano continúa investigado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo”.