La industria de los panificados, como la mayoría de los sectores de la producción, fue alcanzada por los efectos de la crisis económica que derivaron en diversas complicaciones para la actividad en la provincia. Los panaderos aseguraron que el 2019 fue negativo y que el principal problema radicó en la devaluación del peso; lo cual generó una gran caída del poder adquisitivo de los asalariados, disminuyendo en gran cantidad las ventas alcanzadas por los comercios. Al mismo tiempo apuntaron que debieron enfrentar grandes aumentos en los costos para mantenerse en funcionamiento.
Sin embargo, afirmaron que en comparación con la realidad que enfrentan otras provincias donde el kilo de pan francés supera los $100, Misiones cuenta con la ventaja de tener en funcionamiento el programa “Ahora Pan”; con el cual se logró mantener durante los últimos meses del 2019 el precio en $75 por kilogramo. Debido al interesante movimiento alcanzado a partir del plan provincial, los industriales aguardan la confirmación para continuar el próximo año con el mismo mecanismo, sumado a la expectativa de lograr que el nuevo Gobierno nacional logre mejorar el panorama económico general.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el presidente del Centro de Industriales Panaderos de Misiones y propietario de una cadena de panaderías, Omar Acosta, evaluó: “Nuestro 2019 no fue nada positivo. Todo estuvo muy complicado porque las ventas bajaron mucho y no fue fácil pasar el año”.
“La crisis se hizo muy larga porque empezó en agosto del 2018 y hasta ahora seguimos remando con muchas complicaciones. Además ahora, con la llegada del verano, lógicamente, las ventas caen aún un poco más, porque el calor es muy fuerte y la gente deja de comprar en panaderías, se consumen menos calorías. También influye la ausencia de actividades, porque están cerrados los colegios y muchas familias se van de vacaciones, eso es normal, pero afecta a nuestro trabajo”, subrayó.
Acosta consideró que “todo lo que fue pasando con el dólar perjudicó al sector este año. Cuando la moneda extranjera se fue a los 40 pesos, ahí comenzó la hecatombe para nosotros. Y todavía sigue costando mucho recuperarse”.
A su vez, manifestó que “la caída del poder adquisitivo de los clientes se siente mucho, pero no solamente en nuestro rubro, también le pasa a otros sectores porque la inflación golpea sobre todos. Los pequeños productores sienten más la caída del poder adquisitivo, porque hay que seguir produciendo mientras los costos continúan aumentando, y eso no se puede trasladar tanto al precio final para el consumidor porque es imposible, al no haber tanto consumo por la caída del poder adquisitivo. Se complica mucho generar buenas ventas”.
Paralelamente, “tuvimos muchos incrementos en los costos para la producción. La harina aumentó alrededor de un 400% desde el año pasado. Una bolsa de harina antes costaba 350 pesos pero ahora vale 1.200. También aumentó mucho el gas”, apuntó y agregó: “Durante el invierno de este año no llegamos a recuperar lo perdido. Las ventas tuvieron una merma del 30% anual y no se llegó a recuperar el terreno perdido. El frío siempre ayuda a recuperar un poco, pero este año no fue suficiente”.
Acosta también afirmó que a nivel nacional “se dice que durante este año cerraron más de 1.000 panaderías, dentro de esa cantidad se han cerrado muchas que eran muy históricas y que habían atravesado otras crisis. En lo provincial nos pudimos mantener bastante bien en la cantidad, pese a que hubo cierres de panaderías chicas, y porque se han abierto otras, no se cerraron tantos locales como pasó en otras ciudades principales de diferentes provincias del país”.
Ventajas con el “Ahora Pan”
Acosta destacó que, en comparación con lo que acontece en otras provincias, la actividad puede desarrollarse con cierta estabilidad gracias al programa lanzado por el Gobierno provincial, “Ahora Pan”.
Por ello, adelantó que los diferentes referentes se unirán para solicitar que la aplicación del plan continúe durante 2020. En ese sentido, comentó: “Nosotros tuvimos la ventaja de contar con el programa provincial ‘Ahora Pan’. Los colegas de otras provincias nos felicitan porque logramos mantener un precio estable con el programa del Gobierno provincial. Vamos a intentar que el ‘Ahora Pan’ siga el año que viene porque es algo muy positivo para la población por la tranquilidad de saber que el pan no aumenta, y también porque fue una gran ayuda para nosotros. Si bien no fue una solución definitiva, sí es una gran ayuda para enfrentar los costos cada vez más caros para el negocio de un panadero”.
“Nuestro deseo es que el año que viene continúe el ‘Ahora Pan’. Todavía no hablamos con el gobernador Herrera Ahuad porque él recién está comenzando en su nuevo cargo, pero sí ya hemos hablado con el Ministerio de Hacienda para intentar que se siga. Todos los ‘Ahora’ resultaron un gran beneficio y alivio para los consumidores y vendedores, también sirvieron para intentar parar un poco la ida de los compradores al Paraguay”, insistió.
Consultado sobre las expectativas para los primeros meses del año que viene, indicó: “De entrada el panorama no es alentador por el calor de enero y febrero, más la falta de gente, que hacen que bajen nuestras ventas. Para nosotros el movimiento se reactiva recién a fines de marzo. Así que hay que aguantar hasta marzo”.
“Ojalá sea un año tranquilo, sin tantos altibajos, subas, corridas y todo lo que llevó a la hecatombe de precios. Desde hace un año y medio a la fecha el pan aumentó un 70%, desde junio del año pasado hasta ahora, pero la bolsa de harina subió hasta cuatro veces más. Y no fue solamente la harina, también pasó algo así con la materia prima en general. El gas subió más de un 200% en un año, ahora vamos a ver si es cierto que se congela por seis meses”, añadió.
Finalmente, recordó que “las panaderías clandestinas son un perjuicio para los que tratamos de mantener todo correctamente como dicta la ley, entonces estos comercios que están al margen y no pagan impuestos ni cargas sociales generan una competencia desleal contra la cual es imposible competir”.