La Fundación Tiempo de Vivir, la cual se ocupa de acompañar, divulgar y promover campañas de concientización en la lucha contra el cáncer invitó a reflexionar sobre la necesidad de una urgente implementación de nuevas conductas, más saludables para prevenir la enfermedad.
“Existen infinidades de conductas que previenen el cáncer, y que también mejoran nuestra evolución incluso ante el padecimiento de una enfermedad. En particular hay dos muy accesibles: la actividad física y la alimentación sana”, dio a conocer la ONG.
El desarrollo habitual de actividad física disminuye el riesgo de muchas enfermedades, como las relacionadas con la patología cardiovascular, y también el cáncer. Se han hecho estudios que lo comprueban fehacientemente en el cáncer de próstata y el colorrectal, dos de los tumores más frecuentes. La actividad física puede ser variada y de distinta intensidad según la persona que la desarrolle, incluye caminatas, tenis, atletismo, entre otros, señaló la entidad.
“En contrapartida, también está comprobado que el sedentarismo, la obesidad y las dietas ricas en carnes rojas y procesadas aumentan el riesgo de cáncer colorrectal”, se señaló.
A modo de ejemplo, la actividad física luego del diagnóstico de cáncer colorrectal disminuye la mortalidad general un 38%. Más específicamente, caminatas de 5 horas por semana disminuyen la mortalidad por el propio cáncer un 35%.
En cambio, también existen datos muy concretos de que las dietas con alto contenido de carbohidratos en general y gaseosas azucaradas, luego del diagnóstico de cáncer colorrectal aumentan el riesgo de recurrencia de la enfermedad y su mortalidad.