Cada caso con su particularidad, algunos de los misioneros que este año conmovieron por la lucha que están dando para recuperar su salud lejos de la provincia, pudieron pasar la Nochebuena junto a sus seres queridos y ahora, todos esperan poder repetir el amoroso encuentro familiar para la celebración de Año Nuevo.
Todos tienen el deseo de que el 2020 llegue con la tan esperada noticia de una recuperación total y completa.
Pudimos estar todos juntos, pasando estos días tan especiales para compartir en familia. Nos arriesgamos a venir, pero tomamos la decisión porque él estaba muy triste y el estado anímico es importante para ganarle a la desesperación. Tenemos mucha fe que en 2020 el milagro que esperamos se va a dar”, contó su mamá, Mercedes López a PRIMERA EDICIÓN.
Ezequiel recibió un alta provisoria de su médico de cabecera en el Hospital María Ferrer en Buenos Aires.
“Nos dieron permiso para venir a Eldorado a pasar las fiestas para poder estar con sus hermanos y amigos, a quienes extraña tanto estando lejos. Afortunadamente pudo salir y estabilizarse después de la última recaída que lo mantuvo en terapia intensiva”, indicó Mercedes.
En enero próximo se va a cumplir un año desde que el joven tuvo que ser trasladado a Buenos Aires para internarlo de urgencia a la espera de un trasplante bipulmonar, único procedimiento que daría fin a sus padecimientos respiratorios diagnosticados a poco de nacer.
Otro caso que impactó fue el de la pequeña Geraldine Viera (2) quien nació con una obstrucción en las cuerdas vocales. La semana pasada la intervinieron con éxito en el Hospital de La Plata y pronunció sus primeras palabras.
Todo el pueblo de San Javier, primero y el resto de los misioneros después, al conocer su caso, aportó un granito de arena para que sus padres consiguieran los recursos para viajar juntos y subsistir con los gastos.
La niñita se recupera favorablemente y consiguió el permiso para pasar la víspera de Navidad en San Javier.
El jugador de las inferiores del club Mitre, Nico Franco ya terminó el cuarto bloque de quimio de alto riesgo. Le faltan dos más y una vez finalizados será un mes con quimios y corticoides para preparar el trasplante de médula.
Una muestra de su sangre ya fue enviada a los Estados Unidos y se está en la búsqueda de un donante. Esta Navidad, aunque la pasó internado, pudo reencontrarse con sus hermanos a quienes no veía hacía seis meses.
La visita fue una sorpresa para el pequeño, quien le confió a su mamá, Silvana Díaz, que se trató del “mejor regalo”.
La Navidad pasada no nos imaginamos que íbamos a pasar por semejante situación. Es muy difícil atravesar esto, sólo lo puede saber quien lo transita, pero no bajamos los brazos ni perdemos la fe”, fueron las palabras de la mujer.
Una fuerte pelea
De todas las historias, la de Santi Pedrozo es la que todavía está costando. Se trata del niño que recibió un trasplante de intestino, al cual respondió bien al principio pero luego hizo dos grandes crisis de las que empieza a salir.
Santi pasó la Navidad en el Hospital Italiano, con visitas restringidas, porque además su recuperación en muy lenta.
“El trasplante está perfecto, pero él hizo un status convulsivo que lo dejó con problemas neurológicos y aparte de eso, contrajo injerto contra huésped (EICH) que es habitual en los trasplantados de médula, poco habitual para su caso, pero que lo contrajo de todas maneras y ahora está en tratamiento”, relató su mamá Soledad Ponce.
Para colmo, la familia atravesó, en medio de ese proceso por la noticia del atraco a su vivienda, la cual fue desvalijada mientras toda la familia se encontraba acompañando al niño en su tratamiento.
“Ahora estamos pensando en que nuestro flaco se recupere, lo otro es material”, dijo al mostrarse confiada en la pronta recuperación.
“La Navidad la pasamos solitos en hiperterapia, bajos cuidados restringidos, pero ayer (por el miércoles 25 de diciembre) nos pasaron a terapia intermedia y él estaba feliz”, contó Soledad.