Alberto Fernández completa hoy tres semanas de gestión y ya tomó una serie de medidas, enfocadas en los que menos tienen y que apuntan a la reactivación del consumo. Al respecto, José Piñeiro Iñiguez, máster en Negocios de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y exvicepresidente del Citibank, dialogó con el programa “Primera Plana”, que se emite por la FM 89.3 Santa María de las Misiones, y brindó sus apreciaciones sobre el futuro de la economía y los desafíos que debe afrontar el Gobierno a corto y mediano plazo.
“Argentina está atravesando la peor crisis de estos últimos cien años. Lo que heredó este Gobierno de la gestión anterior es lo peor que se ha vivido”, alertó el economista.

“Quizás la gente no lo recuerda porque tiene en su mente el 2001 o el 1989 y el 1991, pero la salida que va a tener esta crisis es muy superior a todas ellas”, indicó Piñeiro Iñiguez.
“Esta es de una magnitud muy grande, la salida va a ser muy larga y muy lenta”, alertó.
Sobre la elección del gabinete y los principales funcionarios de esta gestión, el especialista se mostró bastante cauto e indicó la necesidad de que exista un plan de Gobierno.
“Uno siempre confía en los profesionales que se nombran, todos entienden lo que hacen, pero yo pienso que esto no depende mucho de personas. El problema de Argentina es pensar que hay personas milagrosas que resuelven los problemas. Realmente no es la forma, no es la metodología”, advirtió Piñeiro Iñiguez.
Las crisis económicas se resuelven con procesos. Esas soluciones a estos problemas son planes integrales que se van volcando sobre la idea de país que alguien desarrolla”, explicó.
“Esta parte yo no la veo del todo clara”, reflexionó Piñeiro Iñiguez. “Pienso que el Gobierno ha instrumentado un plan para la economía pública, que fueron las medidas anunciadas por el Ministerio de Economía, pero lo que todavía no veo es el modelo que vamos a tener como país”, agregó.
El economista advirtió que con las acciones que actualmente tomó la administración nacional “la solución a la emergencia la podemos tener y puede ser que sea exitosa o no, pero eso no soluciona el problema central de la economía”.
“El problema central de la economía es saber qué quiere Argentina como país. Esto significa saber cómo posiciono al país hacia el futuro en función de lo que tengo que hacer, dónde tengo que estar, en qué cosas soy competitivo y en qué cosas voy a trabajar durante los próximos años para poder tener realmente un crecimiento genuino”, analizó.
“Esto no lo veo claro y me parece que todavía no está. Es posible que en un futuro aparezca, pero si esto no apareciese vamos a terminar con los mismos problemas de años anteriores”, completó Piñeiro Iñiguez.
Dólar e inflación
Actualmente, según explicó el economista, “el mayor problema que se avecina es la inflación”, que “es estructural y es muy difícil desarraigarla del modelo en el que Argentina hoy está viviendo”.
“Probablemente tengamos una inflación en 2020 en el orden del 40%. Aunque esté lejos del índice con el que cerramos este año, la inflación no se puede solucionar de golpe sino que hay que ir solucionando los inconvenientes que la generan. Hay que bajarla poco a poco”, indicó.
Sobre la cotización del dólar, Piñeiro Iñiguez explicó que “al haber un cepo tan estricto, el dólar se va a mantener estable. Este es un valor técnicamente viable para la economía argentina. Va a estar quieto”.
“Pero el inconveniente para solucionar los problemas de Argentina no es el dólar. Hay que ir a un modelo con superávit en su cuenta en dólares y un equilibrio en las cuentas en pesos”, enfatizó.
“Como están dadas las condiciones, todo apunta a que iremos a un modelo más o menos parecido al del ‘superávit gemelo’, dependiendo en el futuro de muchas cosas, como el precio de los comodities o si el país va a tener saldos exportables altos como tuvo en otras épocas y mantener un control bastante férreo de los dólares en manos de los particulares”, analizó.
Sobre las medidas
El economista evaluó el impacto que tendrán las medidas anunciadas por el Gobierno, como ser los bonos para jubilados y un futuro aumento a privados.
“La inyección de fondos a la economía para reactivarla es correcta”, sentenció Piñeiro Iñiguez. “Debería haber en este primer tramo del modelo una expansión monetaria bastante grande. Esto realmente no es malo, lo que trae en primer término es el movimiento en la demanda de bienes y por ende el movimiento en el andamiaje productivo”, completó.
“No hay otro camino para que esta economía funcione, hay que expandir la economía vía pesos y en un futuro volver a contraerla, una vez que arrancó”, sentenció.
Por otra parte, dejó en claro que la expansión de la economía “debería, aunque no necesariamente en el corto plazo, activar la generación de empleo”.
“Este proceso genera una mejora en el salario, estos ingresos se vuelcan al consumo y generan una mayor demanda. Esto va a reactivar la producción y esto provocará una generación de empleo”, analizó.
Inversiones
En otro tramo de la entrevista, el economista analizó el futuro de las inversiones extranjeras.
“El ingreso de los dólares va a ser por exportaciones. El tema de las inversiones por parte de extranjeros va a pasar en función de que Argentina sea creíble”, expresó.
“Actualmente el Riesgo País ha bajado 700 u 800 puntos y en un corto plazo el país va a quedar liberado del pago de intereses de la deuda por los próximos dos o tres años. Eso es un tubo de oxígeno para acomodar la economía, pero no indica que se vayan a generar inversiones”, advirtió.
“Los dólares se van a generar si hay un superávit en la balanza de importaciones-exportaciones. Argentina tiene que autoabastecerse de dólares en ese lado de la economía. Esto va a depender de que los precios internacionales se mantengan y que el país siga siendo muy productivo en granos y carnes. En el transcurso del tiempo seguramente le va poder agregar mayor valor agregado. Actualmente ya lo hace del lado de la carne”, explicó Piñeiro Iñiguez.
Sobre el límite a las importaciones, advirtió que “probablemente los importadores tienen un stock acumulado por un año”.
“Esto ya está, ya es pasado. A futuro Argentina tiene que tener un control de las importaciones y, si bien esto nos puede gustar más o menos, hay que hacerlo porque el país no tiene los dólares para mantener una economía abierta”, agregó.
“Tengo que tener el cepo que controle los dólares en manos de la gente y controlar los dólares en las importaciones”, sentenció.
Impuestos
En otro tramo, el máster en Negocios por la Universidad de Harvard también analizó el impacto en las cuentas fiscales que tendrán las modificaciones impositivas, aprobadas dentro de la emergencia económica.
“La caja principal son varias. Hasta ahora vimos que el Gobierno tomó como alternativa tener mayores ingresos y fue aceitando su imaginación en cuanto al aumento y la creación de determinados impuestos. Esto primeramente no es tan bueno, deberíamos pensar en la baja del gasto”, evaluó.
“Argentina debe bajar el gasto político, el que está afectado a todas las estructuras del andamiaje político y burocrático de su funcionamiento”, indicó.
“Esto va a permitir que la suba de la carga impositiva, que es extremadamente alta, pueda ser sostenible y genere un superávit en pesos. De no ser así, vamos a estar siempre en el mismo lugar”, completó.
El especialista también habló de una redistribución diferente: “El que tiene más ingresos debería pagar impuestos más altos que las personas que no lo tienen. Pero tendrían que eliminarse impuestos que son altamente distorsivos a la producción”, consideró Piñeiro Iñiguez.
A la hora de analizar el fin del Pacto Fiscal, advirtió que “todas las provincias se van a ver en este esquema favorecidas por algunas otras razones, por ejemplo el Fondo Sojero”.
“El aumento de retenciones y la instrumentación de ese plan va a significar una suma de dinero que no estaba presupuestado”, agregó.
“Ahora, al salir del Pacto Fiscal, las provincias van a ser más autónomas para manejar sus propios recursos. Van a tener que ser más férreas en el control del gasto”, consideró.
“Veo que vamos a un esquema mucho más federal. Habrá un reparto de la riqueza mucho más fluido, que no dependa de la billetera del gobernante de turno”, indicó Piñeiro Iñiguez.
“La razón de esto es que no hay otro camino. Lo anterior era un proceso que no le daba ninguna solución al gobernante provincial, no tenía el manejo de sus ingresos y dependía ciento por ciento de Buenos Aires”, criticó.
Pacto Social
Para el especialista, este programa recientemente alcanzado “es básico en el sentido de ganar tiempo. El Gobierno necesita ganar tiempo para que el andamiaje productivo comience a funcionar”.
“Hay dos requisitos para que este modelo funcione: uno es el interno, es decir, que la economía empiece a funcionar a través del consumo; y en el externo, tener solucionada ‘la espada de Damocles’, que es la deuda, en los próximos dos meses como máximo”, indicó.
“La solución de estos problemas es lo que necesito tener para que esto funcione. Pero para esto necesito quietud por al menos seis meses, es decir, que no haya demandas de salarios ni expansión en los precios”, agregó.
“Después, la salida de este período va a estar dada en función del éxito que yo haya tenido en los dos frentes anteriores”, evaluó.
“En los primeros días el mercado internacional te está diciendo que Argentina tiene menos riesgos, quiere decir que al país lo están mirando y lo ven algo más confiable. Se necesita más de eso”, cerró Piñeiro Iñiguez.