Ante el aumento de los casos de urgencia médica relacionados con el contacto con la oruga taturana -que puede llegar a ser fatal- la cartera sanitaria de Misiones gestionó la adquisición de suero antilonómico para contar con un stock.
Este antídoto se fabrica en Brasil y gracias a las gestiones internacionales se logró la donación de 30 ampollas a disposición de los pacientes que lleguen hasta el Hospital SAMIC de Iguazú, que funciona como centro de derivación de los casos de contacto con la especie “lonomia obliqua”. En sólo diez días recibieron dos pacientes afectados por el veneno del insecto que en unas horas provoca alteraciones en la coagulación de la sangre, hematomas en el cuerpo y hasta cuadros hemorrágicos que producen finalmente la muerte.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la directora del Hospital SAMIC de Iguazú, Raquel Matskoski, detalló que “recibimos una paciente de 16 años que tuvo un incidente con una lonomia obliqua, que es una oruga conocida comúnmente como la taturana. Se le realizó el primer tratamiento al llegar y ahora (por ayer) una segunda dosis. Hasta el momento se encuentra estable. En el Hospital de Iguazú contamos con los sueros antilonómicos que, a través del Ministerio de Salud Pública de Misiones, se logró la donación de las 30 ampollas desde Brasil porque este el único país que produce estos sueros en la región”.
La joven fue atendida previamente en el Hospital SAMIC de Oberá, donde su director, Héctor González, explicó que “llegó derivada desde Campo Grande luego de haberse rozado con un gusano taturana con una evolución de 72 horas. Lo que esto produce es una alteración en la coagulación de la sangre. Presentaba muchos hematomas en las piernas, brazos y el estómago”.
En cuanto a la afección hemorrágica que puede darse por este veneno, indicó que “esa es la mayor complicación y esta joven estaba con un sangrado. Presentaba en su coagulación una alteración y necesitaba la aplicación del suero para contrarrestar el veneno. Por protocolo, fue derivada al Hospital de Iguazú donde cuentan con experiencia en el tratamiento y las dosis de antídoto”.
Por su parte, Matskoski señaló que “anteriormente Argentina no contaba con este tipo de orugas que ahora ya se volvió mucho más común en Misiones. Por ese motivo, en Iguazú contamos con los sueros para el tratamiento de estos pacientes. En sus espinas tiene un veneno que es muy peligroso porque produce una alteración en la cascada de coagulación y eso termina produciendo hemorragias”.
En cuanto a los casos, aclaró que “entre la primavera y el verano comienza la época de accidentes. En sólo diez días es el segundo paciente que tuvimos. La semana pasada, el 26 de diciembre, tuvimos un caso de un varón de 19 años de Bernardo de Irigoyen y el miércoles llegó la segunda paciente de Campo Grande”.
La directora del SAMIC de Iguazú precisó que luego de la aplicación del suero “inmediatamente revierte el cuadro y se normaliza, siempre y cuando el paciente no tenga ninguna alergia al antídoto. En todos los casos que tratamos hasta el momento, que fueron alrededor de 40, hubo una excelente respuesta y al cabo de dos días se les dio el alta. Sin embargo, si no recibe el tratamiento puede provocar la muerte”.
La tarurana “durante el roce de la piel con las espículas que tiene la oruga elimina ese veneno y produce en el ser humano una disminución de la cascada de coagulación. Al producirse este contacto con la oruga alrededor de las 48 horas recién comienza a deteriorarse el cuadro y aparecer los hematomas como consecuencia de la alteración de la cascada de coagulación. Entonces contamos entre tres a cuatro días para actuar y el cuadro no se revierte a menos que se aplique el antídoto. El Hospital SAMIC de Iguazú a través del Ministerio de Salud Pública de Misiones es el único que cuenta con un stock de suero antilonóminico y damos respuesta a todos los accidentes de la provincia que por ahora son derivados hasta aquí”, explicó.
Matskoski además contó que “arañas, escorpiones y víboras son los casos más frecuentes que manejamos. También existen muchos tipos de gusanos y orugas peludas que generan una reacción alérgica o inflamatorio localizada. La mayoría de las orugas solamente producen irritación al contacto que es dolorosa”.