El 22 de septiembre de 2017, Gendarmería Nacional le entregó al fiscal federal Eduardo Taiano la pericia que aseguró que Alberto Nisman había sido asesinado, la misma que ahora, a más de dos años de esa fecha y a casi cinco de la muerte del titular de la UFI-AMIA, el Gobierno ordenó revisar.
La semana pasada, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, confirmó que se realizará una “revisión técnico administrativa” del informe de Gendarmería.
La funcionaria nacional afirmó que el objetivo de la auditoría es “salir de la controversia” que generó la muerte de Nisman, el 18 de enero de 2015, poco después de haber denunciado por encubrimiento de Irán a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
¿Cuáles son los puntos “controvertidos” de la pericia de Gendarmería que ahora serán analizados? El eje central de la hipótesis del homicidio se basa en la ketamina, una sustancia que la fuerza asegura que fue utilizada en el cuerpo de Nisman para contribuir a su manipulación y reducción.
El estudio también se centra en las manchas de sangre que se encontraron en el cuerpo del fiscal y en el baño de su departamento del barrio porteño de Puerto Madero.
Según el informe, conforme a cómo quedaron distribuidas las pequeñas manchas de sangre, Nisman habría sido colocado por dos personas en la posición rodilla a tierra o de rodillas frente a la bañadera al momento del disparo.
Eso se diferencia de las hipótesis del suicidio, que dice que Nisman se disparó parado frente al espejo con la pistola Bersa de 22 mm. que le había entregado el técnico informático Diego Lagomarsino.
Para Gendarmería, una de las personas que habría intervenido sostuvo al fiscal al momento del disparo, y la otra efectuó el disparo utilizando la mano de Nisman.
Otro de los puntos importantes es la hora de la muerte, que según la pericia fue a las 2.46 del 18 de enero. El informe de 400 carillas se contrapuso al del Cuerpo Médico Forense, que había descartado signos de un asesinato y se había inclinado por la hipótesis del suicidio.
Ese estudio dijo que no existía evidencia de que Nisman hubiera sido drogado, tampoco de terceras personas en la escena y fija la hora de la muerte entre las 8 a las 11 del domingo 18 de enero.
“Miedo a la verdad”
El perito informático Diego Lagomarsino aseguró que la familia de Alberto Nisman “le tiene un cagazo tremendo a la verdad” al referirse al estreno de la serie documental “El fiscal, la presidenta y el espía”, la cual aborda la muerte del funcionario judicial.
“El documental está muy bien cinematográficamente y sirve para entender quién es quién en la causa para la gente que no sabe”, remarcó Lagomarsino.
En diálogo con Radio 10, el perito informático celebró la decisión del Ministerio de Seguridad, el cual encargó hacer una evaluación del peritaje que realizó la Gendarmería Nacional en el que se llegó a la conclusión de que Nisman fue asesinado.
“Finalmente se está haciendo lo que pedimos hace casi tres años. Sin la pericia de la Gendarmería, esta causa estaría terminada hace tres años como suicidio”, expresó.
En ese sentido, subrayó: “Si fuera tan válida la pericia de Gendarmería, ¿por qué no se puede revisar? Los que no quieren tocarla es porque saben que es una burrada”.
“Un disparate”
El diputado nacional del PRO Pablo Tonelli calificó de “disparate” que la ministra de Seguridad “se meta” con el cuestionado peritaje.
“Si la ministra quiere disponer que en el futuro los peritajes de la Gendarmería se escriban a máquina o a mano, que usen tinta azul o tinta negra, que los haga sultano o mengano, me parece bien. Pero que no se meta con un peritaje que ya está hecho, presentado a la Justicia, revisado por los jueces. La verdad me parece un disparate”, opinó.
El legislador consideró que es la Justicia y no una integrante del Ejecutivo la encargada de “evaluar el valor de ese peritaje” y “si tiene peso probatorio”