La falta de readecuación tarifaria, la pérdida de rentabilidad y la falta de subsidios provocaron que el 2019 no fuera un buen año para los empresarios del transporte automotor de pasajeros.
“El año fue muy terrible”, sentenció el apoderado legal de la Cámara Misionera del Transporte Automotor de Pasajeros (CAEMTAP), Juan Manuel Fouce, al ser consultado por PRIMERA EDICIÓN.
Al mismo tiempo reveló que “estamos muy alejados con las tarifas. Con una inflación del 57%, el año pasado el Gobierno dio solamente el 19% de ajuste en la tarifa. El transporte está prácticamente destruido”.
Recordó que “paulatinamente en los últimos diez años se fue perdiendo poder adquisitivo y capacidad de rentabilidad en el transporte. Actualmente, sólo hay pérdidas”.
Fouce enumeró que en 2019 “con la quita de subsidios, la falta de tarifas, y la gran inflación que hubo, se generó la mayor cantidad de despidos de los últimos cinco años. Y también el retroceso de ingresos en el transporte hasta su destrucción”.
“Hoy la rentabilidad es nula”, afirmó.
Además señaló que “la gran cantidad de reducción de servicios y frecuencias que se dio el año pasado es algo que no se vio nunca. Fue terrible. Muchas empresas cerraron, otras están en concurso”. Explicó que, en esta línea, los más perjudicados fueron las pequeñas empresas del interior de la provincia.
Finalmente, Fouce confirmó que “se despidió a una gran cantidad de personas, un 15% del personal de las empresas se redujo”, durante 2019. Esto se produjo por la reducción de frecuencias y la baja definitiva de algunos recorridos interurbanos donde la prestación del servicio se volvió poco rentable para las firmas.