“¡Los números de Trump en los sondeos son los más altos desde su elección, a pesar de las constantes farsas y cazas de brujas (de los demócratas)!”, se jactó el magnate en su cuenta de Twitter.
El tuit del gobernante se refirió a la media de encuestas hecha por el sitio de información RealClearPolitics, que esta semana le otorgó un 45% de popularidad entre los estadounidenses.
Se trata del respaldo más alto hacia el mandatario desde febrero de 2017, al inicio de su mandato, pero no desde su elección, como ha señalado.
El mensaje de Trump es una demostración de fuerza hacia la oposición demócrata, que a finales de diciembre dio luz verde a un proceso de destitusión en su contra por sus presiones a Ucrania para perjudicar a su principal rival electoral, el ex vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.
Tras ser rechazada anoche en una ajustada votación la comparecencia de testigos, el impeachment se acerca a un final rápido y sin obstáculos con el voto definitivo el próximo miércoles en el Senado, del que el presidente debería salir indemne, dada la mayoría republicana en la cámara alta.
A esta altura del proceso, resulta imposible que una veintena de republicanos cambie de parecer y dé a la oposición la mayoría de dos tercios necesaria para destituir al presidente.
El Partido Republicano, en cambio, se mostró unido y firme en torno a Trump a lo largo de todo el juicio político, por lo que la absolución del magnate de los cargos de abuso de poder y obstrucción a la justicia fortalecería su posible reelección, en un país más polarizado que al inicio del proceso.
El de Trump será el primer juicio político sin convocatoria de testigos o documentos en Senado y, por tanto, el más corto de los tres que vivió Estados Unidos en su historia, con el del ex presidente Andrew Johnson (1865-1869) en 1868 y el de Bill Clinton (1993-2001) en 1999.
Trump se convertirá, además, en el primer mandatario de la historia moderna estadounidense que se presenta a unos comicios tras haber sido imputado políticamente.
Tras ser también absueltos, Clinton no lo hizo por tratarse de su segundo mandato, sin posibilidad de reelección, mientras que Johnson terminó tan debilitado del proceso que no obtuvo la confianza de su partido para ejercer un segundo mandato.
Fuente: Agencia de Noticias Télam