La crisis económica de los últimos años golpeó con fuerza a las PyME del país y más aún a las que producen en las distintas economías regionales.
En este contexto, la Cooperativa Agrícola Picada Libertad, en Leandro N. Alem, trabaja para mantenerse activa todo el año. Es que la entidad, fundada en 1930, se dedica a la producción de té con una capacidad de 150 toneladas diarias de materia prima.
Esta actividad se lleva adelante durante seis meses en el año. Ahora buscarán poner en marcha el secadero de yerba mate, lo que le permitiría cubrir la inactividad durante los siguientes seis meses.
“La cooperativa mantiene un plantel de personal y gastos fijos durante todo el año y sólo trabaja seis meses con su actividad principal que es el té. La idea es reactivar el secadero de yerba mate para poder trabajar estos otros seis meses y así hacerle frente a estos costos”, reveló a PRIMERA EDICIÓN el gerente de Picada Libertad, Ricardo Smandiuk.
Comentó que desde hace siete años aproximadamente no trabajan con el secadero de yerba, “motivo por el cual se generaron muchas deudas”.
“No tenemos financiamiento desde hace 26 años y el nivel de deudas fiscales y previsionales que tenemos es muy elevado. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y Rentas son nuestros mayores acreedores. Sabemos que salió una nueva moratoria a nivel provincial y un plan de la AFIP, a los cuales adheriremos para reducir nuestras deudas que crecen mes a mes”, adelantó.
Pago de sueldos
La Cooperativa Agrícola Picada Libertad de Alem se encuentra en una situación financiera delicada desde hace varios años. Allí son recurrentes las medidas de fuerza por parte de los trabajadores.
En este contexto, Smandiuk señaló que el problema con los pagos para el plantel de más de 30 empleados que poseen se produce durante el cese de actividades.
“Ahora estamos en plena producción de té, venimos con el pago de una quincena atrasada y vamos a cancelar la última cuota del aguinaldo”, afirmó. Y agregó que “la carga de sueldos por mes supera el millón de pesos, sin contar con los aportes y contribuciones”, apuntó.
Capital de trabajo
El gerente de Picada Libertad comentó, además, que “a pesar de la amplia capacidad de producción que tiene el secadero de té, actualmente opera sólo a la mitad”.
Esto es debido, en parte, a las condiciones climáticas y a la falta de acceso a capitales de trabajo. Cabe destacar que para la yerba mate, la capacidad de proceso alcanza las 800 toneladas de materia prima diaria. Sin embargo, Smandiuk señaló que “la producción estará sujeta también en este caso a los fondos que tenga la entidad”.
“Todo depende del capital de trabajo, tanto para el té como para la yerba, más aún en esta situación donde hay faltante de productos. Si están los fondos, se puede producir las 24 horas. Todo tiene que ver con los recursos que se puedan conseguir para mantener los procesos”, advirtió.
En consecuencia, apuntó que “el capital de trabajo es muy importante” ya que “para cualquier producción se necesita una inversión de dinero que cubra los gastos hasta que se concreten las ventas”.
“Un sector que comienza a generar productos necesita un nivel de financiamiento importante para cubrir estos gastos, que no son únicamente sueldos sino que también implican la compra de materia prima, los chips de madera en el caso del secadero de té, o de leña para la yerba mate”, comentó.
Por otro lado, Smandiuk reconoció que la falta de acceso al mercado financiero fue algo que “la cooperativa no pudo solucionar”. “Desde el Gobierno provincial hubo una ayuda para la cosecha yerbatera, pero como la cooperativa no está sujeta a crédito, no pudimos acceder. Estamos trabajando en un plan para acceder para inyectar fondos a la producción”, reveló.
“Para exportar se deben mejorar las condiciones financieras”
Todo lo que se produce en la Cooperativa Picada Libertad de Leandro N. Alem se vende en el mercado interno. Sin embargo, desde la entidad no descartaron la posibilidad de exportar.
Señalaron que para alcanzar este objetivo “se requiere mejorar las condiciones financieras de la entidad”. Es que la exportación lleva un mayor tiempo de venta y necesita de muchas condiciones que tienen que ver con el acceso al mercado internacional.
“Hay una diferencia bastante importante entre las exportaciones y las ventas en el mercado interno. La cooperativa tiene el objetivo de volver al plano internacional, pero para eso necesitamos solucionar otras cuestiones que tienen que ver con la cantidad de producción, la forma en que lo hace, la calidad y la certificación, además del acceso al mercado financiero”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el gerente de Picada Libertad, Ricardo Smandiuk.
Los problemas económicos en la cooperativa no son nuevos. En varias ocasiones recibió subsidios de los gobiernos de turno, tanto nacionales como provinciales. Sin embargo, nunca supieron “salir del pozo”.
Trabajadores de la entidad realizaron durante el pasado año, en varias ocasiones, distintas medidas de fuerza en reclamo del pago de sus quincenas atrasadas e incluso la entidad sufrió cortes de luz por falta de pago.