Las manchas negras corresponden al nuevo virus encontrado en un lago en Brasil. J. Abrahao
El Yaravirus inquieta y encandila al mundo científico. Inevitablemente inquieta porque en este momento el planeta está convulsionado por el coronavirus COVID-19, que infectó a más de 40.000 personas en menos de dos meses.
Sin embargo, Yaravirus captó la atención de los medios no por su capacidad contagiosa sino por su rareza y hasta la admiración que despierta en los investigadores que lo han encontrado porque más del 90% de su genoma no se había descrito nunca antes.
Esto significa que atesora un total de 68 genes completamente inéditos. Tan sólo seis tienen homólogos, aunque distantes, registrados en las bases de datos públicas.
Tal y como cuentan sus “conquistadores” en un estudio que acaba de publicar la revista ‘bioRxiv’, mide cerca de 80 nanómetros y su genoma consta de 44.924 pares de bases para 74 genes.
Son algunas de las características que hacen pensar a los autores “en una entidad que podría representar el primer virus aislado de Acanthamoeba [un tipo de ameba] en un escenario evolutivo alternativo”.
Al contrario de lo que se observa en otros virus aislados de ameba, cuenta uno de los autores del trabajo, el virólogo Jonatas Abrahao, “el Yaravirus no está representado por una partícula grande y un genoma complejo, pero al mismo tiempo posee un número importante de genes no descritos previamente, incluido uno que codifica una nueva proteína de la cápside principal”.
Es un virus raro en el medio ambiente, concretamente encontrado en un lago artificial (Pampulha) ubicado en la ciudad brasileña de Belo Horizonte.
Al parecer, uno de los investigadores lo descubrió mientras buscaba virus “gigantes” en dicho lago. De forma casual, junto a los grandes, localizó uno extremadamente pequeño y muy diferente a los que tienen la costumbre de infectar a las amebas.
En honor a Yara, la reina de las aguas en la mitología brasileña, lo bautizaron como Yaravirus y ahora que se sabe de su existencia, se puede decir que “constituye un nuevo linaje del virus amoebal con un origen y desarrollo evolutivo desconcertantes”, señalan los científicos.
“Yaravirus amplía nuestro conocimiento de la diversidad de virus de ADN”.