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Uno de los últimos casos que se conoció fue el miércoles cuando un hombre de 31 años llamó a la línea 101 y manifestó que en el Paraje Perpetuo Socorro, de San Vicente, se produjo un robo.
El yerbatero damnificado mencionó que había visto a varias personas cosechando yerba sin autorización.
Tras la denuncia, los efectivos realizaron el rastrillaje por la zona y sorprendieron a cinco jóvenes que llevaba a cuestas el producto robado del lote.
En total, se secuestraron 16 raídos de yerba con un peso total de 1.117 kilos y una balanza tipo pilón que tenían en su poder. La problemática aqueja a los productores de toda la provincia.
Ante estas situaciones, Martín Dellien de la Casa de la Familia Yerbatera de San Pedro, expuso que “es muy preocupante el robo de yerba”.
Consideró que “es muy complejo el control. Se trata de hacer frente controlando a los intermediarios. Pero si ningún secadero comprara yerba en negro este problema no estaría pasando”.
Agregó que “si no hubiera tantos intermediarios que compren yerba barata esto no pasa”. Detalló que “cada raído son 2.000 pesos, es importante el precio de la hoja verde”.
Comieron asado y tomaron vino
Una situación particular de un robo en el yerbal se dio en Campo Grande, donde el productor además de sufrir el hurto de la hoja verde también padeció la pérdida de las plantas porque prendieron fuego.
El productor afectado contó a PRIMERA EDICIÓN que “me robaron entre 1.500 y 3.000 kilos”. “Hicieron desastre en las plantas porque las fundieron”, aseguró.
A la vez, mostró su indignación porque “los ladrones comieron asado en el yerbal. Además tomaron vino, dejaron todo tirado”. Agregó que “esto pasa porque la ley no nos ampara”.
Dijo que “acá se necesita más control y se debe pedir los remitos, hay que ver de dónde proviene la yerba y los secaderos no deberían comprar en negro”.