“El personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible”. La posición del Fondo fortaleció al Gobierno de Alberto Fernández, en un momento difícil de la Argentina en el duro tironeo con sus acreedores para ganar una quita, mayores plazos y oxígeno para comenzar a implementar un plan económico sólido que impacte en las cifras negativas que tiene la economía. Paralelamente, el organismo advirtió que el plazo para negociar y no caer en default es “apretado”.
El exsecretario de Finanzas Daniel Marx advirtió que al Gobierno “los tiempos se van acortando y se puede estar metiendo presión en las reservas del Banco Central. Si no hay arreglo, quedará una Argentina sin rumbo”.
El Fondo ratificó esta semana que no otorgará una reducción a la deuda récord tomada por Mauricio Macri. Un reclamo que el kirchnerismo sostiene en el binomio presidencial y el FMI se escuda en rechazarlo apelando a los estatutos. Sin embargo, como gesto en su declaración tras la misión en Buenos Aires, aseguró que “se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”. Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.
Inmediatamente conocida la declaración, el presidente Fernández apeló a las redes sociales para congratularse por la misma. “Celebro que el FMI reconozca la posición argentina respecto de los procesos de endeudamiento”, dijo en Twitter.
Entre los voceros de los acreedores, hubo al menos dos manifestaciones a medios argentinos. El presidente de Greylock Capital, Hans Humes -uno de los líderes y voceros de acreedores privados que renegociará la deuda con el gobierno argentino-, se mostró partidario de “trabajar con la Argentina para proporcionar un alivio suficiente para permitir que el Gobierno cubra las necesidades sociales básicas de sus poblaciones”.
Recordó el caso de la negociación con Grecia donde “aceptamos una quita del 53,5%. El sector oficial negoció una reducción del valor presente neto que fue similar, pero fue con extensiones de vencimiento extremadamente largas y reducciones en las tasas de interés”.
Seguidamente explicó que Argentina “no está cerca de la situación en la que estaba Grecia o francamente donde estaba en 2001”. En el aire queda la incógnita si se trató de un elogio o el preludio público de un límite respecto a las aspiraciones de Rosada.
Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners, consideró que “una quita en valor presente es inevitable. Debe ser una combinación de factores: reducción en los cupones de interés, extensión de los vencimientos de capital y quita del principal adeudado”. El experto lanzó una advertencia: “El apoyo de Estados Unidos es clave, pero la política exterior de Alberto Fernández o los comentarios de Cristina Kirchner no ayudan para lograr un apoyo político de la administración Trump. No queda claro que tendrán ese apoyo”.
Legado tóxico y ausencia de plan
El común denominador de los análisis económicos sobre la Argentina, tuvieron como eje la falta de un plan económico claro para exponer a los argentinos y los tenedores de deuda del país. El cuestionamiento apunta al ministro de Economía Martín Guzmán, ya que no mostró el rumbo que le dará al modelo.
El periódico británico Financial Times expresó en su editorial que nuestro país “necesita urgentemente un plan creíble y amplio de crecimiento impulsado por las inversiones”, debido a que “corre el riesgo de volver a caer en los viejos hábitos del aislacionismo y la morosidad”.
Advirtió que “el gobierno de Fernández no puede permitirse el lujo de dejar la política económica para más adelante. La Argentina necesita urgentemente un plan creíble y amplio de crecimiento impulsado por las inversiones para revitalizar los sectores más competitivos de la economía, como la agroindustria”.
“Sin él, el país corre el riesgo de volver a caer en los viejos hábitos del aislacionismo y la morosidad”, indicó.
El medio norteamericano criticó el “legado tóxico” de Mauricio Macri. “El legado que el presidente peronista Alberto Fernández recibió de su predecesor Mauricio Macri es tóxico: una profunda recesión, una de las tasas de inflación más altas del mundo y una deuda nacional que se acerca al 90% del PIB”, advirtió
A propósito del legado de Cambiemos, esta semana se conoció el porcentaje en que retrocedió la economía argentina en 2019. Cayó 2,1% con una fuerte recesión en casi todas las actividades según el INDEC.
Que sí, que no
La Casa Rosada tuvo en la primera línea de la gestión, un par de contradicciones públicas y mediáticas sobre dos temas sensibles en tiempos de crisis. En ambos casos, podían complicar la relación con los sindicatos agrupados en la CGT, con quienes el Gobierno deberá negociar si habrá bono o paritarias en el primer semestre.
El primer cruce se dio por la posible reforma previsional, en la discusión previa a la sesión de este miércoles para derogar las llamadas “de privilegios” para jueces y diplomáticos. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, se refirió a la posible elevación de la edad para jubilarse.
“En algún momento, esa discusión vamos a tener que darla, pensando en un esquema gradual. La expectativa de vida todos los años crece y los sistemas jubilatorios se van a tener que ir adaptando”, dijo a radio La Red. Vía Twitter, salió al cruce el director Ejecutivo de la ANSeS, Alejandro Vanoli. “Queremos aclarar que no está previsto modificar la edad jubilatoria en el régimen general”, publicó.
El segundo tuvo como protagonistas al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; al ministro de Transportes Mario Meoni y al propio Presidente de la Nación. El tema: nada menos que la actualización de las tarifas de servicios regulados por el Estado.
Cafiero fue consultado en radio Metro si después de junio habrá un aumento de las tarifas públicas: “Probablemente sí, pero será sobre los sectores que lo puedan soportar porque nosotros hemos cambiado las prioridades de gestión”, dijo.
Meoni, sumó el precio de los boletos de transporte. “Va a haber un aumento muy razonable; no estamos planteando un escenario que ni siquiera equilibre a la inflación de este período”, aseguró. El funcionario indicó que será un “esquema escalonado que no debería superar más del 10% en mayo”.
Sin embargo, esta vez fue el Alberto Fernández el que salió a desmentirlo.
“Que nadie se apure. No sé si en junio vamos a estar en condiciones” de incrementar las tarifas, aseguró. “Lo que más me preocupa es que algunos pícaros dejen de ganar en detrimento de la gente”, sentenció el Presidente, para quien el ajuste tarifario “es actualmente objeto de estudio y revisión para saber quién ganó, cuándo ganó y cuánto pagamos los argentinos. Y después veremos lo que hay que hacer”.
“Pero lo primero no es un aumento de tarifas. No tenemos en carpeta el aumento, pero sí tenemos bajo análisis qué pasó para saber exactamente de dónde partir”, dijo Fernández.
Compensación ambiental
En la Rosadita misionera confirmaron la presentación al Gobierno nacional de un pedido de asignación extraordinaria ambiental. Lo fundamentaron en que “Misiones resigna miles de millones de pesos de renta agrícola al año para mantener la selva y cuidar el ambiente. Este es uno de los argumentos principales y más sólidos para lograr la asignación extraordinaria compensatoria de 2.500 millones de pesos al mes por parte del Gobierno nacional”.
Se supo que fue entregado en manos al presidente Alberto Fernández por parte del gobernador Oscar Herrera Ahuad. También fue un compromiso del Presidente hace más de seis meses, cuando visitó Posadas y se reunió con la mesa política del Frente Renovador, integrada por el entonces mandatario Hugo Passalacqua, el actual y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira.
“El argumento de la renta agrícola es importante porque Misiones podría haber hecho como otras provincias del país, o como Brasil, donde desmontaron miles de hectáreas de selva para plantar soja y recoger millonarias ganancias económicas. Pero se optó por cuidar el medio ambiente, que no es beneficio sólo de los misioneros sino patrimonio de la humanidad”, sostuvieron.
Este tema fue parte de la audiencia entre Herrera Ahuad con el papa Francisco en Roma.
El informe, elaborado por el Gobierno de Misiones y consultoras externas contratadas específicamente para este tema, remarcó que sobre una superficie total de 2,9 millones de hectáreas, Misiones cuenta con 1,6 millones de hectáreas protegidas, cuya preservación afronta enteramente la Provincia, sin recibir pagos por los servicios eco sistémicos que brinda dicha área protegida.
En el Gabinete de Herrera hicieron una ecuación para reclamar fondos.
“En base a la información publicada por la Secretaría de Agricultura de la Nación en su web, en la campaña 2018-2019 se sembraron en Misiones 3.750 hectáreas de soja de primera con un rendimiento de 2,9 toneladas por hectárea, para una producción total de 10.844 toneladas. Al 21 de enero de 2020, la posición de la soja a mayo 2020 en el Mercado a Término de Buenos Aires es de US$236 por tonelada. Si la Provincia de Misiones, decidiera destinar al cultivo de soja de primera el 27% del total de la superficie protegida, con el rendimiento observado y al valor de la soja mencionado, tomando como referencia un tipo de cambio de $60 por dólar, Misiones lograría anualmente una producción agrícola valorizada en $18 mil millones (US$296 millones)”, destacaron.