Elisa nació en Dos Hermanas, en el departamento General Manuel Belgrano. Allí, vivió junto a sus padres y sus tres hermanos. Su papá, un aserradero que, al tener un accidente laboral, se vio obligado a dejar su trabajo por tiempo indefinido.
“A los nueve años empecé a estudiar y a los 13 empecé a trabajar como empleada doméstica para ayudar a mi papá. Estudiaba a la mañana y trabajaba por la tarde”, contó a PRIMERA EDICIÓN Elisa Souza.
A los 15 años, comenzó a practicar cortando cabello hasta que a los 16 pudo tener su propia peluquería. Sin embargo, los ingresos no eran suficientes, por lo que decidió volver a desempeñarse como empleada doméstica. “Tuve trabajo en la casa de la que ahora es mi suegra”, dijo.
Y así comenzó el cambio: “Como ellos trabajaban con tabaco, empecé a interesarme por las plantaciones y de a poco fui aprendiendo”, narró Elisa.
A los 18 años empezó a ayudar en la cosecha, donde conoció a su marido y padre de dos hijos. “Con el tiempo nos conocimos, y me casé con él”. Años más tarde, Elisa pasó de ser peluquera, a tabacalera de tiempo completo.
“Aprender un poco de cada cosa”
Elisa contó que al principio, la transición de un trabajo a otro no le resultó fácil. “Me llevó un año agarrarle la mano”. Sin embargo, al haberse criado en la chacra, “ya sabía más o menos cómo se trabajaba” y agregó que “siempre es bueno aprender un poco de cada cosa”.
La mayor dificultad que tuvo, fue el cambio entre trabajar puertas adentro, a trabajar afuera. “El trabajo de la casa o de peluquería no cansa tanto, porque no estás bajo el sol ni trabajando tantas horas. El tabaco nos exige mucho”, sostuvo. En cambio, lo que más le gustó de esta producción fue (y continúa siendo) que “nos da más ingresos”.
13 años de tabaco
Hoy, la familia vive en Paraje rural Nueva Argentina, ubicada a 20 kilómetros de la localidad de Wanda. Allí cosechan unas 22 hectáreas de tabaco por año. “De ahí sacamos nuestro sustento”, aseguró.
El sueño de ser peluquera, empero, no es tan lejano: “En mis días libres vienen los vecinos y les corto el cabello. Es una ayuda, principalmente en épocas de clase, porque en el pueblo está muy caro y además es muy lejos”.
Pese a seguir cortando el cabello, Elisa confesó que le gustaría “ser peluquera de tiempo completo” y agregó que “mi sueño era seguir estudiando porque abandoné muy temprano la escuela, sólo pude terminar la primaria”.
“La peluquería me encanta, me gustaría poder seguir trabajando de eso pero, por cuestiones monetarias, elijo el tabaco”, concluyó.
Actividad económica
Actualmente, la principal actividad económica en Wanda es la forestación. Sin embargo, desde que se fundó la Colonia hasta hoy, los colonos también plantan tabaco, tung y cítricos, entre otros.
La Subsecretaría del Tabaco estimó, en la campaña agrícola del 2018, que de 16.780 productores tabacaleros dentro de la provincia, 148 correspondían a la Colonia de Wanda y el 78% de ellos son hombres.