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Ezequiel Galeano no baja los brazos en esta larga espera del ángel donante que le dará al joven diagnosticado con fibrosis quística poco después de nacer la posibilidad de vivir y llevar adelante una adultez como cualquier otra.
La crisis que lo mantuvo varios días en terapia intensiva a fines del año pasado está superada y Ezequiel pasa hoy sus días en la casa de un familiar, en Buenos Aires, junto a su mamá, Mercedes López.
En diálogo con FM de Las Misiones, Mercedes contó que “en este momento su estado de salud es bastante estable, no está internado, estamos en la casa de un familiar en Moreno esperando el momento que lo llamen. Los médicos prefieren que Ezequiel esté fuera del hospital para evitar virus intrahospitalarios”.
Por supuesto, el joven “está con todos los aparatos, incluido el que le ayuda a respirar cuando duerme. Durante el día está con el oxígeno. Obviamente también sigue con sus medicamentos y el resto del tratamiento, como corresponde”, contó su mamá.
Entre los primeros 14
La semana pasada, los médicos de trasplante de la Fundación Favaloro explicaron a Ezequiel y su mamá que él está entre los primeros 14 en la lista de espera entre 246 que aguardan trasplante pulmonar (5 de ellos son misioneros). Entre los 14 que están en lista de emergencia, hay 4 en terapia intensiva y los diez restantes están en categoría B, entre ellos Ezequiel.
Según detalló su mamá, “anímicamente, Ezequiel está bien, se lo ve con mucho coraje y con una gran fe de que esto va a salir y él lo espera con ansiedad pero sin miedo, mucho más después de hablar con los médicos de trasplante que le dijeron que él iba a poder hacer una vida normal, va a poder salir a jugar al fútbol, salir a correr, estudiar, trabajar, o sea hacer lo que a él le gusta. Por supuesto que ahora no puede hacer eso, a veces puede salir un ratito. Pero el médico le dijo que después del trasplante él iba a poder todo, que le va a cambiar la vida”.
Mercedes expresó que ella también siente mucha fe y esperanza “y pido a Dios que aparezca su ángel donante. Toda la familia reza para que aparezca su ángel donante. Y pedimos a la gente que se concientice que donar órganos es salvar vidas, por supuesto que no es fácil, es muy duro tener que decidir donar órganos de un familiar pero también es cierto que queda algo de ese ser querido en la tierra”.
Extrañamos mucho pero nos adaptamos
“Extrañamos mucho Misiones, pero tratamos de adaptarnos. Tenemos la suerte de estar en la casa de un familiar que nos recibe muy bien y también en el hospital nos atienden de maravilla, son gente muy buena tanto en el Hospital María Ferrer como en el Favaloro”, destacó.
Ezequiel debe hacerse controles mensuales y además tiene que estar en Buenos Aires por si llega el órgano. Obviamente, para esta humilde familia oriunda de Eldorado no es tarea fácil sostener los gastos que demanda su estadía en Buenos Aires. Por eso, el año pasado abrieron una cuenta para aquellas personas que quieran colaborar con ellos. El número de cuenta es 6381694902 CBU 0110638730063816949029 Banco Nación.
No es la primera vez que Ezequiel está en Buenos Aires por cuestiones de salud. De hecho, la primera vez que sus padres lo llevaron tenía menos de un año y un problema respiratorio que comenzó cuando cumplió los ocho meses de vida y se fue complicando cada vez más.
En esa oportunidad, lo atendieron en el Hospital Garrahan, donde le diagnosticaron fibrosis quística. A partir de entonces, asistió cada 3 meses durante un largo tratamiento, y los medicamentos pudieron ayudarlo para que realice su vida hasta cumplir los 17 años, cuando el daño en sus pulmones se agravó.