A pocos kilómetros de Bariloche se levanta el refugio Emilio Frey en plena cordillera, al pie de la aguja Frey y a unos 1.700 msnm. Está rodeado de picos rocosos, a orillas de la laguna Toncek. Su nombre es un homenaje al ingeniero Emilio Frey, quien desde 1895 estuvo vinculado con la zona cordillerana como integrante de la comisión de límites presidida por el Perito Moreno.
El refugio en sí es uno de los más pintorescos de la región y su diseño consigue una armonía que no desentona con el paisaje. Su interior está revestido en madera y cuenta con una cocina y un amplio comedor con calefacción a leña.
En el primer piso hay dormitorios provistos de colchones, frazadas y almohadas y las dependencias del refugiero. Todo lo necesario para albergar cómodamente hasta 35 personas, por lo que se recomienda a los contingentes numerosos reservar previamente.
Es el sitio predilecto de los escaladores, gracias a la calidad de la roca y que en los alrededores hay una gran cantidad de “torres” que ofrecen inmejorables posibilidades para la práctica del deporte.
Los servicios que se brindan son pernocte, uso de cocina, un menú de comidas elaboradas allí mismo, y sanitarios. Está abierto todo el año y también cuenta con un área de acampe totalmente gratuita.
La única forma de llegar es a pie, a través de tres rutas posibles desde Bariloche para que cada visitante opte por la que más se ajuste a sus gustos. Dos de ellas transitan gran parte por los bosques del Cerro Catedral y con vistas al Lago Gutiérrez. La tercera recorre uno de los filos del Cerro Catedral, por casi lo más alto que es posible llegar, ofreciendo vistas espectaculares.
El primero es el “Sendero tradicional”, la forma más convencional de llegar al refugio, recorrerlo lleva unas cuatro horas. En su trayecto cruza el arroyo Van Titter, para llegar 20 minutos más tarde a Piedritas, parada clásica de descanso. De ahí sólo resta una hora más.
La “Picada Eslovena” es la segunda opción y comienza cerca del Lago Gutiérrez. Desde allí atraviesa hermosos paisajes, como la cascada Los Duendes y la playa Muñoz. Luego comienza a subir hasta volverse una cuesta pronunciada. Tiene una duración estimada de tres horas.
“Filo del Catedral” es el nombre del tercer sendero. Que atraviesa un terreno pedrero, bastante irregular y accidentado. Luego desciende bruscamente hacia la laguna Schmoll, y un nuevo descenso pronunciado para llegar al fondo de un valle en el cual se encuentra el Refugio Frey. Recorrerlo lleva unas tres horas y media.
Dato
El trekking es quizás, la actividad más desarrollada en este lugar. Las cumbres, las lagunas de altura, aves y otros animales hacen del lugar un sitio ideal para caminar, conocer y descubrir la magia en cada momento.