
Miles de migrantes esperan en la frontera entre Grecia y Turquía para cruzar hacia la Unión Europea (UE), luego de que el Gobierno turco diese luz verde a que estas personas puedan continuar con su trayecto sin oposición por parte de las autoridades. Desde Grecia, se mantiene que no se dejará pasar a ningún migrante y la frontera terrestre se ha reforzado con cientos de policías.
Los enfrentamientos entre la policía y los migrantes en la frontera fueron constantes durante toda la noche entre el viernes 28 y el sábado 29 de febrero. Las autoridades griegas cifran el número de migrantes del otro lado en unos 7.000, pero la constante llegada de autobuses desde otros puntos de Turquía hace pensar que esa cifra podrá aumentar.
Erdogan está cumpliendo así con una de las amenazas más reiteradas hacia Bruselas durante los últimos años. El presidente turco se comprometió a servir como una suerte de estado “tapón” contra el constante flujo de migrantes que se produjo desde el estallido de las guerras civiles de países como Siria o Yemen. Pero ahora ese acuerdo ya no existe.
En 2015, cientos de miles de migrantes llegaron a Europa a través de la frontera entre Grecia y Turquía, pero tras la firma del acuerdo, el flujo se redujo sustancialmente. Estos migrantes se fueron acumulando a lo largo de toda Turquía, alcanzándose la cifra de tres millones y medio de sirios establecidos en Turquía.
“La Unión Europea tiene que cumplir sus promesas. No estamos obligados a cuidar y alimentar a tantos refugiados. Si eres honesto, si eres sincero, entonces necesitas compartir “, aseguró Erdogan en la cadena de televisión pública turca.
Fuente: Medios Digitales