La Plazoleta de la Biblia de Oberá albergó ayer miércoles un acto de carácter provincial por el Día Mundial de la Oración Ecuménica, organizado por el Departamento de Cultos municipal, a cargo de Claudia Marcela López.
En la ceremonia participaron integrantes de las diferentes iglesias y templos presentes en la comunidad, además de vecinos, autoridades de la Comuna y concejales. En representación de la Subsecretaría de Cultos de Misiones, estuvieron el director de Confesiones Religiosas, Diego Rigo, y la directora de Culto Católico, Gladys Kupracz.
El Día Mundial de la Oración se conmemora en más de 170 países, a partir de una iniciativa de mujeres laicas cristianas, resaltando a la oración como diálogo entre los hombres y Dios. El lema elegido es “Cuando dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos (Mateo 18:20)”.
Al respecto, el pastor Fabián Paré, de la Parroquia Luterana Olaus Petri, explicó que “es una iniciativa cristiana y ecuménica que se ejecuta bajo el lema la oración informando y acción orante. El movimiento pretende reunir a mujeres de distintas etnias, culturas, tradiciones, en un día anual de oración común, más cerca del compañerismo, la comprensión y la acción a lo largo de todo el año”.
“El Día Mundial de la oración anima a las mujeres a tomar conciencia de otros países y culturas que ya no viven en aislamiento, también anima a tomar las cargas de otras personas, a simpatizar con los problemas de otros países y culturas y orar con y para ellos”, agregó.
Paré reflexionó además sobre la importancia de reconocer los talentos personales y utilizarlos en favor de la sociedad. “Esta celebración tiene como objetivo demostrar que la oración y la acción son inseparables y que ambas tienen una influencia incalculable”.
El pastor trazó un paralelismo entre la realidad de las mujeres del país africano Zimbabue, que luchan por la equidad e igualdad de género en todos sus aspectos, y las que viven en Misiones. “Esas realidades guardan similitud con algunas de las nuestras. El nombre de Jesús que nos reúne es justicia, equidad, salud, educación, respeto a la identidad de género. Él está en medio nuestro cada vez que nos reunimos para procurar justicia, para educarnos; cuando comprendemos que la salud no es sólo curarnos de una enfermedad sino prevenirla buscando una mejor calidad de vida, cuando maduramos el respeto por la identidad y la dignidad de todas las personas”.
“No olvidemos que la urgencia de orar juntos es porque queremos sanarnos, para poder desplegar acciones concretas que nos permitan erradicar la discriminación y cualquier tipo de intolerancia o abuso en nuestra convivencia. Dios nos brinde hoy la fortaleza de sentirnos unidos en la gran y compleja tarea de promover los derechos y dignidad de las mujeres y de toda persona, disponiéndonos a una educación constante en nuestro convivir”, sentenció Paré.
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“La urgencia de orar juntos es porque queremos sanarnos, para poder desplegar acciones concretas que nos permitan erradicar la discriminación y cualquier tipo de intolerancia o abuso en nuestra convivencia”.