Cuando el sol y el calor golpeaban con fuerza la siesta misionera, el colectivo de mujeres y disidencias se sumó este lunes, por cuarto año consecutivo, a la gran movilización nacional #9M Paro Internacional de Mujeres Trabajadoras.
Casi tres mil personas coparon varias cuadras de la calle Junín con pancartas, cánticos, tambores y puestas en escena para reclamar “Que se acabe el silencio”, “que se terminen los femicidios”, “que se implemente la ESI”, “se apruebe la ley de aborto legal”, para “hacer una fuerte denuncia sobre las desigualdades que impone el sistema patriarcal y capitalista vigente” y para “que no se obligue nunca más a parir a las niñas violadas”.
Misiones sigue liderando en la región NEA por cantidad de embarazos en niñas y adolescentes. Las últimas cifras marcan 201 casos en 2017 y 198 en 2018. Por eso, en la movilización, se volvió a exigir la aplicación efectiva de la educación sexual integral, programas de prevención y erradicación del embarazo en niñas, y, sobre todo, la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que se espera este año finalmente sea aprobada en el Congreso de la Nación.
En cuanto a la organización, la coordinadora de Mujeres y Disidencias (que trabaja con mucha anticipación para organizar la intervención) buscó comunicar de una manera distinta todos estos reclamos y eso se notó en la caminata. La energía de las mujeres y los colectivos disidentes marcó un clima absolutamente distinto al de ediciones anteriores.
“Por supuesto que la forma más evidente y más clara de nuestra comunicación es el cuerpo en la calle, pero al mismo tiempo pensamos en otras formas de comunicar y allí el arte es de gran ayuda”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la magíster Elena Maidana, parte del equipo que trabajó en esa área.
Entre esos cambios señalados por Maidana se realizaron, en medio de la caminata, distintas performances basadas en las “Anarco Escobas”, una actuación de mujeres anarquistas en el contexto de la historia de la biografía de Virginia Bolten de quien surge “la marcha de las escobas”.
“Tomamos como base esa intervención y después se modificó, lo mismo con el poema ‘Que se acabe el silencio’, que trajimos del encuentro de mujeres”, comentó Maidana.
En la plaza también se creó una atmósfera especial: junto con la feria de emprendedoras, un estand para maquillarse, intervenciones, música y teatro, la denuncia se volvió grito, y el grito fue una interpelación a la sociedad: “Que se acabe el silencio”.
“Están en deuda con nosotras”
Quienes se convocaron y marcharon conforman un grupo diverso de trabajadoras, familias autoconvocadas, asociaciones, agrupaciones políticas y estudiantes, por mencionar algunos.
Dana Valiente, del colectivo Trans y Travestis de Misiones, fue contundente: “Venimos a reclamar inclusión laboral trans ya y a manifestar nuestro repudio y rechazo a los femicidios y travesticidios. Que dejen de matarnos”.
“Nos movilizamos por las deudas que tienen con nosotras las mujeres, con las disidencias, en cuestiones de salud, de trabajo, cupo laboral para las identidades trans, por los femicidios, por el embarazo infantil y adolescente que nos llevaron a estar acá”, dijo, en tanto la docente de la carrera de Comunicación Social de UNaM, Sonia Alfaya.
En la plaza se volvió a leer un duro documento para exigir, entre otras cosas, políticas urgentes de reactivación del trabajo y de todos los programas sociales abandonados por el macrismo.
“La lucha está lejos de concluir”
Con una representación cruda e impactante el colectivo de mujeres de Oberá, se concentró en el Centro Cívico de la ciudad el pasado domingo para conmemorar el Día de la Mujer. La jornada fue propicia “para visibilizar una lucha que está lejos de concluir, más allá de los espacios que se han ganado en los últimos años”, se dijo en el encuentro.
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Mujeres de diferentes sectores, profesionales, amas de casa, artistas, entre otras, resaltaron la importancia de reclamar por los derechos vulnerados, igualdad de género, contra la explotación. Además recordaron a las víctimas de femicidios, un flagelo que no cesa en el país, bregando por fortalecer la unidad clave para que la mujer tenga el lugar que se merece en la sociedad.
En la ocasión, entregaron un petitorio al Concejo Deliberante por una Casa Refugio en Oberá. “Pedimos que se ponga en funcionamiento la Casa Refugio, con un plantel de profesionales. Sabemos que nos han vaciado la línea 137, seguir pidiendo una respuesta concreta sobre qué política se está llevando adelante con respecto a la violencia de género” expresó Gabriela Logé.
Poesías, historias, dramatizaciones de la temática fueron compartidas por las presentes. La personificación a víctimas de femicidios fue conmovedora. Tiradas en el piso reflejaron lo ocurrido a tantas mujeres cruelmente asesinadas.
Paro y marcha nacional
Al igual que en otras ciudades del país, miles de mujeres se concentraron en Buenos Aires, en una masiva convocatoria en las inmediaciones del Congreso. En este lugar se realizó el acto central por el Día Internacional de la Mujer, con el reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito como punto central.