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En medio de una misteriosa y silenciosa visita, estuvo ayer lunes en Posadas el ministro de Transportes de la Nación, Mario Meoni. El mismo que al asumir su cargo aseguró que iba a exigir la llegada de la SUBE nacional a las provincias sin el sistema, como es Misiones. Pero que, al día siguiente, se desdijo porque el Estado nacional no tiene recursos para la compra de las máquinas de la SUBE y tampoco hacen que las empresas concesionarias las compren.
En Misiones, especialmente en el área Metropolitana (Posadas, Garupá y Candelaria) donde se concentra gran parte de la población de la provincia, la prioridad hoy pasa por la mejora del servicio de transporte urbano e interurbano en manos del Grupo Z.
Un lugar donde las quejas son recurrentes y el poder concedentes del servicio hace poco y nada por lograr respuestas a los miles de usuarios diarios.
Pero Meoni estuvo ayer en la estación del tren internacional, que une Posadas con Encarnación, reunido con el máximo referente del grupo empresarios más cuestionado de la tierra colorada. Con apenas una cámara de la prensa de su Ministerio, el mensaje mediático fue que hay que potenciar el tren de cargas hasta Garupá, muy próximo a retornar a la actividad.
¿Se quedará el Grupo Z también con el monopolio del tren de cargas? ¿Por qué razón el funcionario nacional centró su agenda sobre un servicio que llega a Garupá, en reunirse con el referente del grupo que maneja gran parte del transporte público?
Muchas preguntas y pocas respuestas. Al recuerdo de los memoriosos, llegó aquel viaje en que el exministro de Transportes de Mauricio Macri, Guillermo Dietrich, hizo a Misiones para defender ante las críticas de los legisladores provinciales al Grupo Z, al inicio de la gestión. Parece ser que las autoridades nacionales tiene “agenda obligada” con el concesionario. Aunque no para exigirles las mejoras eternamente reclamadas.