La empresa Econer, oriunda de la localidad bonaerense de Campana, decidió abordar el tratamiento de los efluentes, a partir de la fabricación de biodigestores portátiles, flexibles, en bolsa y de carga semicontinua, que buscan transformar los residuos en fertilizante líquido (Biol) y biogás, favoreciendo de este modo, el cuidado del medio ambiente, y evitando la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
En San Juan, la empresa sanjuanina Lactocuyo, decidió instalar uno de estos biodigestores, para transformar los desechos de sus 120 vacas en ordeñe y eliminar los factores negativos de contaminación de tierra y aire, y malos olores, ya que las bacterias trabajan en la bolsa de modo anaeróbico.
La bolsa que adquirió la empresa láctea, ubicada en el Departamento de San Martín, tiene unos 10 metros de largo por 2 metros de ancho; cuenta con 20 m3 de capacidad y fue enterrada en una fosa de 1 metro de profundidad, a una distancia de 20 metros del tambo.
Lactocuyo, que además de tener tambo, también se dedica a la elaboración de sus propios quesos, leche y yogures, puede generar, a partir de esta bolsa biodigestora, el fertilizante líquido necesario para cubrir 50 hectáreas de campo (para lo cual necesitarán adosar una bolsa más, de mayor capacidad), y una cantidad de biogás equivalente a dos garrafas mensuales de 45 kilos cada una.
En el medio del establecimiento quedó ubicada la cámara receptora de estiércol, de unos 30 m3, a donde conducen la bosta de las vacas cuando se “manguerea” la sala de espera.
Además, se colocó una bomba estiercolera monofásica que carga a un ritmo de 60.000 litros por hora, lo necesario para abastecer la bolsa biodigestora, que llega a llenar 600 litros diarios de bosta mezclada con agua, en apenas 1 minuto.
La bolsa instalada en el tambo, producirá biol y biogás a partir del mes de haber sido instalada y puesta en funcionamiento.