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El aislamiento social obligatorio se extenderá según lo admitió ayer el ministro de Salud de la Nación Ginés González García en una entrevista radial. Mientras la gran mayoría de los argentinos la cumplen, Misiones confirmó sus dos primeros casos positivos de coronavirus: uno en Posadas y otro en Iguazú.
Nadie racional, a esta altura del avance de la pandemia, puede ponerse a cuestionar la cuarentena obligatoria a la población con el fin de frenar los contagios.
Desde sus casas, empresarios, dirigentes mercantiles empresarios y funcionarios de todos los estamentos gubernamentales vienen compartiendo conversaciones por videoconferencia, donde la expresión es unánime respecto del presente sanitario y económico: la incertidumbre genera preocupación sobre cómo seguirá la cadena de pagos sin afectar a trabajadores, autónomos, PyME, entre otros.
Si bien el Gobierno nacional anunció una serie de medidas, organismos como la AFIP siguieron descontando impuestos sin considerar el parate generalizado no sólo del país, prácticamente del mundo. Y la reapertura del clearing bancario tuvo un doble efecto: por un lado el positivo es que asistirá a ejecutar los pagos del inicio de mes en las empresas y el Estado; pero, el negativo, es que agilizó la ejecución de cheques con “cajas vacías” en la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas que están sin trabajar hace una semana, afectadas por la recesión de más de un año atrás.
En los hechos, ningún empresario o monotributista puede siquiera ir a una entidad bancaria a pedir un crédito para cubrir sus cuentas. Será por esto que el Banco Central realizaba ayer una “evaluación técnica” para que las entidades financieras vuelvan a abrir las sucursales de una manera limitada y con el personal mínimo para atender determinadas operaciones después del feriado del 31 de marzo.
Varios bancos pidieron incluso esa medida, lo cual llevó el viernes a una reunión entre entidades, Ministerio de Economía y el Banco Central.
Respecto a las preocupaciones misioneras, como se puede leer en la edición de hoy, referentes de Cámaras de Comercio, asociaciones de productores y empresarios salieron a contar su preocupación.
A la par, este Diario expuso las posibles salidas que se podrían tomar desde la Nación como la “dueña de la emisión monetaria”, para contener la delicada situación que relaciona al trabajo y el empleo en Misiones.
Para los analistas del banco Goldman Sachs, la Argentina caerá 5,4% este año, lo que estará agravado por el arrastre de la recesión en la economía a nivel mundial por la pandemia del coronavirus. En enero de este año, el banco había pronosticado una baja para la economía argentina de 1% para todo 2020. Sin embargo, el “contagio de la economía” lo cambió todo… para peor.
En el mundo financiero, el viernes (último día hábil de la semana) las acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires volvieron a bajar 5,6%. Las disminuciones más fuertes fueron para Banco Macro con 9,7%, Grupo Galicia con 9,6% y Pampa Energía con 9,1%.
Mientras los bonos llegaron a caer 8%. Los ADRs mostraron en su mayoría números en rojo y los peores resultados fueron para Despegar con 14,5%, Corporación América y Grupo Financiero Galicia con 14,1%. También cayeron Banco Macro con 13,4%, Pampa Energía con 12,6% y Supervielle con 12,1%. El Riesgo País quedó en 4.166 puntos.
Economía de guerra
Goldman Sachs proyectó que la economía de América Latina en su conjunto caerá 3,8% y experimentará su peor baja desde la Segunda Guerra Mundial. De eso se habla ahora, de la similitud con la economía de guerra. En una reciente entrevista con la BBC, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, advirtió que se avecina una recesión global que hará que el PIB de la región decrezca, el desempleo aumente y millones de personas se sumen a los índices de pobreza.
“Nosotros hemos calculado que si la economía cayera un 1,8%, esto tendría una repercusión de una subida del desempleo de 10 puntos porcentuales. Esto impactaría fuertemente en las familias más pobres y en la desigualdad. De hecho, también estimamos que con esta caída del PIB y este aumento del desempleo, el número de personas que viven en pobreza se incrementaría de 185,9 millones a 219,1 millones. Y en pobreza extrema, aumentarían de los 67,5 millones a los 90,7 millones. Es decir, sí, estamos hablando de un impacto muy fuerte en los hogares, en las personas, en las pequeñas y medianas empresas y en quienes trabajan por cuenta propia”, explicó la especialista.
Para intentar atenuar las consecuencias, el presidente de los EEUU, Donald Trump, anunció un histórico plan de inyección de recursos en la economía norteamericana por 2 billones de dólares.
Incluye el pago de 1.200 dólares para aquellas personas que ganen menos de 75 mil dólares al año. Y 500 dólares por cada niño o niña.
Oficialismo y oposición en el país del norte del continente acordaron un fondo de rescate, a través de una línea de avales para préstamos a empresas en dificultades, por hasta 500.000 millones de dólares. Otros 367.000 millones de dólares en ayudas a pequeñas y medianas empresas para sostener el empleo; hasta 150.000 millones de dólares para la compra de material sanitario de los hospitales y otros servicios de salud.
También una línea de asistencia de hasta 50.000 millones de dólares para ayudar a las aerolíneas estadounidenses, uno de los sectores más castigados por la caída de la demanda y por las restricciones impuestas para contener la epidemia.
Trump parece entender claramente que quien tiene la impresión de billetes es el que puede hacer que la economía se siga moviendo y el Estado recaudando, producto de esa actividad aunque sea menor. Lo peor será que se paralice por completo y no habrá quién ponga el dinero suficiente para mantenerla en marcha, menos aún para hacerla crecer en los próximos años.
Esa es la visión que no parecen tener quienes estudian y proponen al presidente Alberto Fernández las medidas de contingencia en la Argentina. Salvo la decisión de poner recursos en abril con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10 mil para algunos monotributistas, desocupados y trabajadores informales que vendrá a complementar el bono a jubilados, pensionados y AUH.
Hasta ayer casi 4 millones de personas habían solicitado recibir el IFE a la ANSeS, mediante la inscripción web.
Un freno al abuso
Argentina es un enorme potencial de producción de alimentos. Para generarlos, no sólo para los argentinos sino también para los países que demandarán materias primas en adelante, hace falta una línea de apoyo para poner en marcha la enorme capacidad ociosa que tiene nuestra industria o el mismo campo si de granos se trata.
Ahora, un gran problema que enfrentan los argentinos en la cuarentena es el abuso en los precios de los productores de la canasta básica.
La economía del país, de cada hogar, viene duramente castigada desde hace mucho tiempo. Este congelamiento de actividades para una gran mayoría representó incluso mayores gastos y menores ingresos, especialmente para quienes viven de sus changas.
La viveza criolla de varios comerciantes supera la aplicación de precios por encima de lo racional ya no solamente en el alcohol, el papel higiénico o los barbijos. Se detectaron casos en muchos rubros más.
En Misiones, la Dirección de Comercio Interior realizó algunos operativos con la AFIP y los municipios que aportan inspectores. Rigen los Precios Cuidados lanzados al momento de establecerse el aislamiento obligatorio. Esa lista debe ser cumplida con las referencias disponibles en https://preciosmaximos.argentina.gob.ar/#/provincia/Misiones
Además de cuidarnos como consumidores entre todos, los comerciantes y empresarios deberían tener consideración y pensar que si no hay compradores, no habrá ventas y deberán cerrar. Así funciona esta cadena económica donde el beneficio debería ser mutuo.