Después de días de incertidumbre, Gustavo Nicolás Ledesma (23) y Selva Bareiro Garber (21) están en la provincia.
Los jóvenes llegaron hace unos días y cumplen el aislamiento en una vivienda de Eldorado. “En una casa donde estamos los dos solamente. Los insumos nos compró una amiga, son para los días que estaremos aislados”, explicó Gustavo a PRIMERA EDICIÓN.
Los estudiantes llegaron por Iguazú, “nos llevó seis días llegar. Cuando ingresamos a Foz de Iguazú nos tomaron la temperatura para verificar si teníamos fiebre. Luego pasamos por un control. Finalmente, tomamos un taxi que nos llevó a la frontera. Allí hicimos la fila, completamos una declaración jurada en la cual especificamos dónde realizaríamos la cuarentena y dejamos un contacto telefónico”.
“Además, debimos especificar los lugares por donde estuvimos en los últimos 15 días: países y ciudades. Finalmente, nos volvieron a tomar la temperatura y después hicimos la entrada al país”, agregaron.
Una vez en suelo argentino, “tenés que avisar el medio de transporte que vas a tomar para ir al lugar de cuarentena. Nosotros fuimos en auto, y en el camino de Iguazú a Eldorado nos pararon cuatro controles de Gendarmería y la Policía a quienes explicamos porqué nos movíamos”.
Otra opción de traslado son los colectivos. “Así es, había muchos con distintos destinos, consultaban adónde ibas y te trasladaban junto a otras personas que iban al mismo lugar. También hay vuelos internos. Y además, hay carpas que montaron en Iguazú, ya había personas cumpliendo la cuarentena en esos sitios”.
Volver a casa
En diciembre, los jóvenes habían viajado a los Estados Unidos por trabajo y estudio. El contrato era hasta el 31 de marzo pero debido al coronavirus “nuestros trabajos cerraron. Apenas salió el comunicado de la Argentina que se cerrarán las fronteras, nos llamaron de nuestro trabajo y nos avisaron lo que había anunciado el Presidente”, relató Gustavo.
Y agregó “Argentina fue el primer país en todo Latinoamérica en tomar medidas. Poco después nuestros trabajos cerraron sus puertas y nos vimos obligados a volver. Nosotros teníamos pasaje de vuelta pero las aerolíneas no nos atendían”.
Los estudiantes consultaron a los consulados de Los Ángeles y nueva York: “Nos aconsejaron comprar nuevos para que volvamos por nuestros medios. Éramos más de 30 mil personas en la lista, eso se iba a complicar si esperábamos, era volver por nuestra cuenta”.
La vuelta fue complicada, salían un jueves pero un día antes, el miércoles hubo un sismo cerca del aeropuerto “y lo cerraron el día anterior a nuestro vuelo, se cancelaron los vuelos y la demora desencadenó los siguientes inconvenientes que vivimos”.
Los ubicaron en otro vuelo “que salió demorado y perdimos el vuelo internacional de Atlanta a San Pablo. Nos quedamos varados un día entero”.
Intentaron tomar un vuelo a Santiago de Chile, pero el gobierno chileno ya había ordenado el cierre de sus fronteras.
Al día siguiente viajaron de Atlanta a San Pablo, “pero al salir con retraso perdimos el vuelo interno de San Pablo a Foz de Iguazú”.
Gustavo manifestó “que demoramos días en llegar a Iguazú. Pero finalmente ya estamos en casa”.