¡Nos vamos a Cannes!, exclamó extasiada Gisel Hernández, una posadeña que con sustanciada con el cine desde muy joven, hoy puede ver el fruto de su siembra como parte del equipo de La Cooperativa Audiovisual, de Córdoba, cuyo trabajo fue seleccionado para participar del Festival de Cine de Cannes, en Francia.
Si bien la fecha no es precisa debido a la pandemia del COVID-19, nadie puede quitar al grupo tanta alegría. “El día que recibimos la noticia no lo podíamos creer, no podíamos parar de sonreír y llorar a la vez. Fue un día inolvidable, una oportunidad única. Es lo que todo cineasta sueña cuando inocentemente comienza una carrera. Y se hizo realidad”, manifestó.
“Ahora esperamos confirmaciones de la fecha ya que debido a la pandemia, todo en el mundo esta parado, pero seguimos súper ansiosos de poder ir. Imaginamos cada momento.. ¡Felices!”.
Y la que hizo realidad el sueño es “Piedra Libre”, un drama con toques fantásticos que habla de la identidad, realizado de forma independiente por la Cooperativa Audiovisual, con la dirección de Gabriel Elettore. En síntesis: una adolescente está jugando a las escondidas en su casa con sus padres, pero el juego se corta con la llegada de un oficial de policía que está buscando a una niña de tres años desaparecida. Ahí empiezan a aflorar una serie de cuestiones ocultas, en el que la escondida es una búsqueda simbólica.
El cortometraje fue realizado tras su participación en el 48 Hours Film Proyect (una competencia internacional en la que hay que realizar un cortometraje en dos días), donde tras haber quedado segundos con otro corto, fueron convocados para una competencia a nivel internacional.
“Esto ayuda a visibilizar el trabajo independiente que se hace en la ciudad y en el país. Que se muestre lo que nosotros hacemos nos parece un gran premio. Ahora el desafío es conseguir los recursos para poder estar presentes ni más ni menos que en el prestigioso festival de la costa francesa. Está complicada la situación, pero hay varios que queremos hacer todo el esfuerzo posible para poder estar allá, porque no sabemos si se nos va a volver a repetir una oportunidad así”, adelantó ilusionado Elettore.
Todo se fue acomodando
Gisel Hernández nació en Posadas en 1988. Vivió su infancia y adolescencia en la capital misionera que, como ella misma define, “nos provee maravillas día a día”.
Pero siempre tuvo un deseo “muy grande” por descubrir el mundo. “Soy una persona que viajo mucho, desde pequeña me encantaba la aventura y quería descubrir que había más allá de mi maravillosa provincia, de su selva y sus animales. Y una gran oportunidad se me presentó a la hora de ir a estudiar afuera”, narró.
En su familia el arte siempre estuvo presente. “Mi hermana pinta, mi sobrinas dibujan, mi primo canta, mi prima es actriz, mi tío es el famoso (periodista y conservacionista) ‘Thay Morgenstern’. Y yo siempre tuve una inclinación hacia esas áreas. Ya en la escuela podía verse el entusiasmo que le ponía a las materias relacionadas al área”.
En el Centro Educativo Alas y Raíces la prepararon para diversas etapas de la vida, y entre todas la materias tuvo diseño gráfico, fotografía, computación desde los 5 años -con lo raro que era tener una PC en esa época-, y mucho inglés. Su cabeza daba vueltas por varias carreras pero, finalmente, se decidió por la tecnicatura de Cine y TV, que cursó en “La Metro”, una universidad privada de Córdoba.
“El filme cordobés titulado “Piedra libre”, dirigido por Gabriel Elettore, quedó entre los seleccionados para participar en la próxima edición del prestigioso festival de cine, considerado el más importante del mundo. Sólo participar del encuentro significa uno de los más grandes honores dentro de la industria cinematográfica”.
Durante tres años estuvo inmersa en ese “mundo maravilloso, con gente y profesores muy copados. Pero a todo esto, no dejaban de darme curiosidad otras áreas de las artes como la fotografía y el diseño”. Por eso también decidió cursar la carrera de diseño en la universidad Blas Pascal, hacer innumerables cursos de fotografía y dos años de la carrera. A lo largo de estos años conoció a mucha gente, con la que pudo desarrollar varios proyectos.
Trabajó de manera independiente, en la TV, realizando publicidades para productoras, pero nunca dejó de explorar porque aseguró que “explorar es parte de mi”.
Dentro de toda esa gente que conoció a lo largo de los años, estaba Gabriel Elettore, “un gran amigo al que admiro y quiero mucho, que me invitó a participar de este hermoso proyecto que se llama ‘La cooperativa audiovisual’. ¿De qué se trata?. Somos un grupo que cree en un cine diferente, en un cine de manera horizontal. Así que después de una charla, acompañada de una invitación, hace seis años, empecé a formar parte de ‘La Coope’. Durante los primeros años siempre hice la producción y las gráficas, y producimos varios cortometrajes con los chicos”, explicó Hernández.
“Lo nuestro es producción a pulmón. Hacer cine con los recursos disponibles. No queremos que, no tenerlos sea un impedimento al momento de hacer audiovisual”, sostuvo el director.
Un día se le presentó un proyecto de vida muy importante que implicaba ir a vivir a Nueva Zelanda, y “como soy una persona muy curiosa y viajera, me creé un Instagram (@rutasinfin) y comenzó este hermoso viaje, que me traería más sorpresas de lo esperado”. En Oceanía vivió durante un año.
“Allí mejoré mi inglés, conocí gente maravillosa, y me reencontré con exalumnos de mi facultad de cine. Gente de que sabía que residía allá y otra que no. Esto me llevó a cosas inesperadas como trabajar para la Warner Bros en la serie First Dates New Zealand season two, como colaboradora en el área de producción”, acotó.
Otra de las grandes sorpresas que le dio Nueva Zelanda, fue que dos fotografías de su autoría, tomadas en ese país, fueron publicadas en el libro de Nikon llamado I am New Zealand. Aún así, “en medio del viaje, seguí participando en diferentes proyectos con ‘La Coope’”.
“Cada año, cineastas, profesionales de la industria y miles de periodistas se mudan a Cannes para asistir a la mayor ceremonia artística y comercial del séptimo arte. Ocurre que, además de su veta artística, el festival es también un centro de negocios mundial, donde productores y distribuidores encuentran socios para financiar sus proyectos de películas y vender las obras ya producidas todo el mundo”.
Ya de regreso al país, hace un año y medio, volvió al ruedo con varios proyectos, entre ellos, ‘Piedra Libre’, el film encargado “de darnos otra hermosa noticia”, aseveró.