Si bien Misiones no ideó una estrategia sanitaria diferenciada para proteger a las comunidades guaraníes del coronavirus, desde el Ministerio de Salud Pública explicaron cómo están trabajando junto a los promotores de salud, agentes sanitarios y médicos comunitarios para que la población mbya guaraní incorpore los cuidados necesarios y respete la cuarentena obligatoria.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el responsable de Salud Indígena de Salud Pública, Adrián Saldías, indicó que “hoy, ya son varias las comunidades guaraníes de Misiones que están cerradas pues, para evitar contagiarse con el coronavirus, sus caciques decidieron impedir la entrada y salida de personas.
Lo mismo hicieron en 2009, durante la pandemia de gripe A H1N1, cuando también cerraron las comunidades, que no tuvo ninguna incidencia entre la población guaraní; de hecho las dos únicas personas mbya que contrajeron este virus durante 2009 estaban internadas en hospitales, fuera de sus aldeas”, recordó.
Según indicó el funcionario, ante la actual contingencia del coronavirus, se trabaja con la misma dinámica de siempre, “las 124 comunidades guaraníes tienen sus propios agentes de salud, capacitados y en trabajo coordinado con Salud Pública, por lo que están muy al tanto del peligro de esta pandemia, cómo se contagia y, muy especialmente, las medidas que deben tomar para evitar contagiarse”.
Mejor organizadas
Aseguró que todas las comunidades están cumpliendo la cuarentena, al igual que el resto de los argentinos, “hoy todos los argentinos estamos en la misma situación”, destacó Saldías.
Lo cierto es que la decisión política del gobierno de Misiones fue reforzar el sistema sanitario tanto del sector público como privado (a través de créditos muy blandos) y capacitar los recursos humanos necesarios para hacer frente a un aumento de pacientes enfermos con este virus. La política de comunicación también estuvo unificada para toda la población, aunque la red de Atención Primaria de la Salud (APS) y los agentes sanitarios guaraníes permitieron hacer llegar el mensaje a las comunidades guaraníes en su propio idioma.
“Lo cierto es que contamos con los agentes sanitarios, que son miembros de las comunidades y por lo tanto nuestro mayor nexo intercultural con el pueblo mbya guaraní; pues nos permite llegar con la información oportuna y necesaria de Salud Pública hacia el interior de las comunidades”, argumentó.
Para el responsable de Salud Indígena, “las comunidades guaraníes, quizás por ser sociedades más pequeñas donde se conocen todos, están respondiendo mejor a la cuarentena y están mejor organizadas. En la mayoría de las comunidades hay un pequeño grupo designado que sale cuando es necesario… incluso para cobrar, uno lleva la tarjeta y cobra para todos; hacen compras comunitarias de comida, también los agentes sanitarios se están involucrando en estos temas porque son los que más salen”.
En tanto, aunque aún no es una medida generalizada, Saldías indicó que cada vez son más las comunidades que decidieron prohibir la entrada y salida de personas.
Atención sanitaria normal
“La atención a las comunidades es normal, todos los equipos siguen yendo como siempre porque la intención es garantizar la atención de la salud de las familias guaraníes, precisamente, para evitar que tengan que salir a buscar atención médica al hospital más cercano”, precisó.
Además, en los próximos días, el equipo de Salud Indígena comenzará con la campaña de vacunación antigripal y antineumocócica en las comunidades guaraníes. “Nuestra rutina de trabajo es normal, lo único que cambió son las medidas de profilaxis y prevención en el marco de la contingencia por el Covín”, destacó Salidas.
La vida en aldea Chafariz
Desde que comenzó la cuarentena, el único que sale para comprar alimentos y retirar dinero del cajero de la comunidad guaraní Chafariz es su cacique, Vicente Méndez.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el cacique contó que fue el director de la Escuela Bilingüe 905 quien les explicó a las 27 familias de esa comunidad lo que estaba ocurriendo en el mundo y el país con el coronavirus y las medidas que debían tomar para evitar contagiarse. “Después de hablar con el director, empezamos la cuarentena y desde entonces sólo yo voy al pueblo cuando es necesario comprar algo o cobrar”, contó.
En tanto, señaló que el agente sanitario de la comunidad les explicó que, en caso de que alguno se enferme, no deben acudir al hospital de San Vicente, ubicado a 30 kilómetros de la aldea, sino llamar al nosocomio para que envíen personal médico para su inmediata atención.
El cacique no sólo está a cargo de hacer las compras comunitarias en San Vicente, sino además, como maestro auxiliar, se puso sobre los hombros garantizar la continuidad pedagógica de todos los niños de Chafariz.
“Acá no tenemos Internet, por lo que los maestros hicieron un grupo de Whatsapp donde mandan las actividades para los chicos. Entonces, como los chicos no tienen celular, yo copio las actividades en la computadora y después copio en el cuaderno de cada alumno, según su grado, de primero a séptimo, así ellos van haciendo la tarea. La verdad es que es un gran esfuerzo”.
Con los alumnos que cursan el secundario rural es más problemático, según explicó el cacique “porque seguimos sin tener Internet y los chicos tampoco tienen Whatsapp por lo que es muy difícil avanzar con el aprendizaje de contenidos”.
Preocupación del EMiPA
El Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA) quiere hacer pública su profunda preocupación ante la falta de información con que cuentan las comunidades mbya guaraní en la provincia frente la pandemia provocada por el coronavirus y la ausencia del Gobierno provincial a este respecto.
Los miembros del EMiPA se ponen a disposición de las autoridades provinciales del Ministerio de Salud, para todo aquello en que puedan ser útiles para informar a las comunidades mbya guaraní en la Provincia, como así también el material informativo en mbya con que se cuenta.
¿Cómo se dice coronavirus en guaraní?
Otra vez una “Corona” pone en riesgo la supervivencia guaraní como fue en 1768, esta es diferente, es invisible, no usa pólvora ni perros, avanza silenciosa, no busca conquistar territorios sólo nos muestra la fragilidad humana.
Que en nuestra provincia no se haya considerado un protocolo especial para la población guaraní por ser, a todas luces, el sector social más vulnerable, es absolutamente inexplicable.
Se consultó a comunidades ubicadas en diferentes localidades de Misiones, la respuesta fue que no tenían ninguna información brindada desde el Gobierno provincial y las autoridades de salud.
El Gobierno misionero, que fue un adelantado en las acciones frente al “Corona virus”, debió haber actuado con la misma premura respecto a las más de 117 comunidades guaraníes, aproximadamente 14.000 seres humanos, que habitan en Misiones.
Chaco, que ya vivió la experiencia con el cólera, no demoró 24 horas en hacer comunicados en lengua Qom y Wichí, nuestra provincia con un gobernador médico que conoce las comunidades, porque las recorrió como Ministro de Salud, olvidó una vez más a “nuestros hermanos guaraníes”, no asombra la inacción del Ministerio de Derechos Humanos.
Sentados en una histórica posición colonialista solo se maneja la prevención frente al “Corona virus” en la lengua y forma de vida dominante.
Debieron hacerse volantes y comunicados en todos los medios en idioma mbya, explicando exactamente lo mismo que se hace en castellano, para la población mbya guaraní. Para eso se pueden usar los espacios publicitarios que la provincia paga en los medios de comunicación, esta vez, como un recurso solidario.
Si se llega a dar un caso en una comunidad, que no sería de extrañar por el contacto que pudieran haber tenido con los turistas, y luego por su movilización para cubrir las necesidades, como ir al banco por ejemplo, actividad necesaria porque el kiosco o almacén cercano por lo general no trabaja con tarjetas. Primero lo tratarán con sus sistemas propios de salud por parecer un resfrío común, con lo que se tendrá un grupo humano contagiado en horas y muy posiblemente una comunidad que no podrá ser atendida y con las consecuencias previsibles.
El aislamiento es casi imposible en ellos, el día se vive en comunidad. ¿Cómo se aísla a quien nada lo separa del otro, donde los niños y niñas comparten el oka -patio-, que están acostumbrados a compartir su comida? En las comunidades donde el día empieza con la rueda del mate y hablando de sus sueños, aquellas en que la ceremonia nocturna los reúne, el impacto puede ser devastador y sin duda lo será.
Se me hizo imposible no pensar en las comunidades que habitaban en el sur del país a las que se les repartió ropa contaminada con el virus de la viruela a principio del siglo XX.