A los fines de paliar la difícil situación económica que afrontan los trabajadores cuentapropistas que subsisten de la comercialización de chipas en esta comunidad, el municipio de Santa Ana tomó la iniciativa de ayudarlos mediante la entrega de cupones de comida.
Por ese motivo, el intendente de Santa Ana, Pablo Castro, hizo entrega desde la semana pasada de un bono de compra por el importe de mil pesos destinados a todos los “chiperos” de la localidad, para adquirir mercaderías de la canasta básica.
La iniciativa fue tomada por parte del municipio, y se financiará a partir de los fondos de sus propias arcas, como una ayuda para ayudarlos a atravesar tan difícil momento.
Los beneficiarios directos son todas aquellas personas se dedican a la venta de chipas de almidón que se elaboran dentro de Santa Ana, localidad conocida por sus florecientes emprendimientos comerciales dedicados a la producción de esa comida típica y por dar trabajo a cientos de personas de la comuna para que la vendan dentro y fuera del municipio.
Todos ellos explotan la actividad tomando diferentes rumbos: algunos recorren diferentes barrios casa por casa, otros en el centro, otros en las escuelas y la gran mayoría en el cruce santanero subiendo a los diferentes colectivos, dirigiéndose a cada una de las partes de la provincia misionera.
Muchas de las personas que realizan ese trabajo son el único sustento de la familia y desde que se dictó la cuarentena dejaron de percibir sus ingresos.
Más allá de la ayuda que se reciben de la Nación a través de los diferentes beneficios y subsidios especiales que brinda la ANSeS, el intendente Castro quiso sumar un aporte más a estas de por sí necesitadas familias.