
Esta noche la luna se verá más grande y luminosa que lo habitual, debido a que ocurrirá su perigeo, es decir, “la etapa más cercana que tiene la órbita lunar a la Tierra, estará a unos 357 mil kilómetros de distancia”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el astrónomo aficionado Alejandro Sommer, referente del grupo Cielo Guaraní.
Este acercamiento, precisó el especialista, logrará aumentar en gran magnitud el brillo del astro. Pero ¿se teñirá de rosa? A pesar de su nombre, el satélite terrestre no adquirirá ese color, sino que se llama así porque coincide con la época del año en la que florecen las flores flox, de tonalidades rosadas, aclaró Sommer a este Diario.
En este sentido, “el rosa tiene que ver con los colores de la primavera, estación en la que ocurre el evento en el hemisferio norte”.
Este espectáculo astronómico se podrá ver hoy y mañana, desde casa en plena cuarentena, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. “En Argentina, su punto máximo de luminosidad será a las 23.30”, precisó Sommer.
Cielo Guaraní compartirá imágenes en vivo, fotos y datos en sus redes sociales: @cieloguarani en Instagram y twitter y en Facebook: Cielo Guaraní – Astronomía Misionera Aficionada.
Trasfondo cultural y religioso
El fenómeno tiene un fuerte trasfondo histórico y cultural, que el astrónomo aficionado Alejandro Sommer relató así: las tribus nativas del noreste de Estados Unidos la llamaron “Luna de las flores”, ya que éstas son abundantes en esta época del año en la mayoría de esas regiones.
“La luna llena se encuentra asociada a este evento natural pero también cultural de estas tribus”.
A su vez, en el calendario eclesiástico cristiano se la conoce como “Luna Pascual”, al coincidir con las celebraciones de la Semana Santa: el Concilio de Nicea determinó que el Domingo de Pascua se celebre el domingo después de la primera luna llena de otoño.
Sommer indicó también que el nombre “Luna Rosa” se escuchó por primera vez en 1930 en la publicación “Almanaque del Granjero de Maine” (Maine Farmer’s Almanac), que “desde 1818 se dedica a vincular clima, cosechas y eventos astronómicos”.
Y el término “Superluna” fue acuñado por el astrólogo Richard Nolle en 1979, en una revista de horóscopos.