
Una pareja de misioneros que había viajado hasta la localidad de Federico Westphalen (Río Grande do Sul, Brasil) con intenciones de mudarse a aquel país tuvo que realizar una larga travesía, de algo más de 155 kilómetros en taxi, para intentar volver a Argentina.
Sin embargo, debido al cierre de fronteras dispuesto por el Gobierno nacional, ahora realizan la cuarentena a tan sólo a 43 kilómetros de su pueblo natal, Tobuna, en el municipio de San Pedro.
“Llegamos hasta la frontera con Bernardo de Irigoyen, porque vivimos en Tobuna que queda a menos de 50 kilómetros, pero desde aquí ya no pudimos avanzar. Sin embargo, agradecemos a todas las personas que nos están ayudando, en especial a la Municipalidad de Dionísio Cerqueira (Brasil) y a la Argentina, desde donde también nos ayudan”, contó Rocío Montenegro (19), quien se encuentra en aislamiento junto a pareja Jonathan Belaver (21) en un hotel de la vecina localidad brasileña.
En el mismo alojamiento pasan la cuarentena otros dos argentinos, ambos ciclistas que también están a la espera de poder volver la país.
“Estábamos en Federico Westphalen, habíamos ido hasta allá porque yo tenía ganas de estudiar, pero no me pude inscribir porque no tenía un permiso de estudiante sino de turista”, relató la chica. Luego, con el avance del COVID-19 todo se paró, la pareja no tenía dinero y se vio obligada a volver.
Una vez realizada la travesía de regreso, y a muy poquito de estar con sus familias, la pareja ya no pudo pasar por la frontera. Ahora, ambos se las están ingeniando para hacer trámites online por la vía diplomática a través del Consulado argentino, ya que, de acuerdo al decreto presidencial, hay personas consideradas población de riesgo que pueden tramitar su regreso anticipado.
Como Rocío es paciente asmática, entienden que se encuentra dentro de los alcances legales para poder estar nuevamente con sus familias. “Estamos esperando respuesta, todavía no se comunicaron con nosotros, es posible que eso suceda pronto o bien que se levanten las restricciones y podamos volver”, se esperanzó la joven.
En cualquier caso, aclaró que “estando aquí también recibimos ayuda muy valiosa, ya que las autoridades brasileñas del paso fronterizo de Dionísio Cerqueira, interiorizadas de nuestra situación, nos ayudaron y nos alojaron momentáneamente en un hotel de la ciudad para hacer la cuarentena”.