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La causa por el crimen de Juan Francisco Farjat (31) dio un giro inesperado este lunes tras el hallazgo del cadáver del único sospechoso de ultimar a machetazos al administrador de la reserva ecológica San Sebastián de la Selva.
El presunto homicida fue encontrado muerto a las 10 en una cabaña de la reserva Karadya, donde trabajaba. Se trata de Ramón Antonio Garayo (43) quien vivía desde enero en ese lugar tras separarse de la mujer a la que, de acuerdo a la policía, intentó matar.
Un lugareño que transitaba por la reserva Karadya y en una de las cabañas, reportó que observó a un hombre colgado del techo en uno de los laterales de la propiedad. Al dar aviso a la policía, una patrulla de la comisaría de Comandante Andresito llegó al lugar y confirmó que se trataba de Garayo.
Con presencia del juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brites, a cargo de la causa, caratulada como “homicidio e intento de femicidio”, los uniformados revisaron el lugar y encontraron un machete, un celular y una billetera con documentos del sospechoso.
Una de las medidas adoptadas fue retirar el cuerpo para trasladarlo a Posadas, en donde le practicarán la correspondiente autopsia. Todo indica que el hombre murió ahorcado, producto de asfixia mecánica. Junto a los demás elementos secuestrados, se incautó una soga con la que habría tomado la drástica decisión.
Por las primeros informes médicos, se cree que la muerte se produjo durante la madrugada, es decir, entre ocho y diez horas antes de que encontraran el cadáver. Tal vez porque el sospechoso se veía cercado por la policía, que cumplía intensos operativos de búsqueda desde el día del hecho.
Garayo era rastreado desde el 2 de abril, luego de que se sospechara que asesinó a machetazos a Juan Farjat en un intento de femicidio a su expareja, una mujer que trabajaba en la misma reserva que la víctima fatal.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, Ramón Antonio Garayo (43) dejó una evidencia en su contra cerca de la escena del crimen: su motocicleta.
La abandonó y se internó en la selva por once días con su machete, el mismo que -se cree- utilizó para asesinar al encargado de la reserva turística.
Los investigadores establecieron que el hombre habría premeditado el ataque, dejó su motocicleta (Motomel tipo enduro-cross) escondida a 1.500 metros del casco principal de “San Sebastián” y de allí, según testimonios, se dirigió entre la vegetación hasta hallar a su expareja, que trabaja como cocinera en la reserva, e intentó matarla a machetazos.
El encargado y gerente del predio, se interpuso y sufrió múltiples heridas de “planazos” de machete y cortes profundos. El certero fue en la nuca y lo desangró en pocos minutos: llegó sin signos vitales al hospital local.
Los datos que alcanzó a dar Farjat fueron coincidentes con los de la expareja de Garayo, quien se habría salvado de ser asesinada porque uno de los golpes la desmayó y se sospecha que agresor la dio por muerta y huyó.