
Misiones analiza usar a su favor las particulares características demográficas de la provincia como estrategia para reducir el impacto sanitario y epidemiológico del COVID-19.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el gobernador Oscar Herrera Ahuad se refirió a esta búsqueda de “una inmunidad colectiva pero con bajo impacto epidemiológico y sanitario”.
Según indicó, hay dos maneras de lograr la “inmunidad colectiva” y una de ellas es la vacuna pero la comunidad científica aún no avizora su desarrollo para corto plazo. La otra forma de inmunidad colectiva es la que se da cuando gran parte de una población se enferma y luego genera inmunidad contra el virus, protegiendo a los sectores de riesgo en este proceso.
Al respecto, Herrera detalló que “la inmunidad colectiva se refiere a una situación en la que suficientes personas de una población adquieren inmunidad contra una infección para poder detener eficazmente la propagación de dicha enfermedad. Esa inmunidad de grupo o de rebaño no importa si proviene de la vacunación o de personas que han tenido la enfermedad. Lo crucial es que sean inmunes”.
Una gran ventaja
Para lograr este objetivo, el Gobernador analiza las ventajas que hoy tiene la población misionera respecto al resto del mundo: el 40% de sus habitantes tiene menos de 17 años, el segmento etario con menor afectación grave con coronavirus.
No sólo hay una mayoría de población infanto-juvenil, Misiones tiene una proporción menor de población mayor de 65 años que el resto del país. Mientras que en el país, el 15% de la población supera los 60 años en Misiones este grupo funcional apenas supera el 6% de su población total.
“Nosotros debemos aprovechar que tenemos población joven, por debajo de los 60. Eso permitiría que el sistema sanitario responda en los todos sus niveles con menor exigencia pero con mayor eficiencia”, indicó.
Según argumentó Herrera Ahuad, en la actualidad, los pacientes con COVID-19 que están en las camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en Argentina superan en promedio los 65 años.
Por eso, si a mediano plazo no tenemos una vacuna contra el COVID- 19, “tendremos que buscar una salida con menor impacto sanitario. Si no tenemos circulación viral y seguimos cuidando las medidas generales que aprendimos en este tiempo, capaz lleguemos a un estatus sin circulación viral y con pocos enfermos y quizás eso nos dé tiempo de esperar la vacuna. Pero si no es así, debemos resguardar a la población que está determinado científica y epidemiológicamente que se enferma grave, que son los mayores de 60 y los que tienen enfermedades preexistentes”.
Semana clave
Herrera Ahuad señaló que “esta semana entrante será clave en cuanto al comportamiento del virus en Argentina y en cada una de las provincias, no sólo porque la gente se está moviendo más sino porque se cumplen dos semanas de las largas colas en los bancos. Sólo nosotros repatriamos 500 personas esta semana”.
En este contexto, indicó que si superamos la próxima semana y llegamos al 26 de abril con poca o nula circulación viral y con casos importados “tenemos muchas chances de desarrollar tranquilos esa estrategia de inmunidad de rebaño”.
Según reflexionó el Gobernador, “Argentina todavía está en una etapa donde todos esperan el famoso ‘pico’, pero puede ser muy distinto y darse por etapas en todas las provincias”.
Protección a los adultos mayores
El eje de la estrategia epidemiológica está basado en la protección a los adultos mayores.
“Voy a ser muy estricto con la protección a los mayores de 60 años. Hace diez días ya desarrollamos la estrategia de localización, georreferencial de los adultos mayores que viven solos y hemos asignado a un agente sanitario para que los contengan, evitar que salgan”, detalló.
Al respecto, precisó que esta asistencia focalizada se extenderá durante el tiempo que dure el aislamiento obligatorio, y “de acuerdo al análisis de situación que tendremos de cada uno”.
La Ciudad de Buenos Aires también comenzó un trabajo de contención riguroso dirigido hacia los adultos mayores, pero a partir de los de 70 años.